2018: 365 nuevos días para ser agentes de cambio
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Muy feliz nuevo año, agradeciendo a Dios un nuevo comienzo, 365 días más, que constituyen oportunidades para ser mejores seres humanos y aprovechar cada experiencia de vida en crecimiento.
Comúnmente escuchamos quejas de que los valores se han perdido y que nuestra sociedad está de mal en peor. Hoy es el día perfecto para reflexionar y accionar sobre cómo podemos aportar para que las relaciones en el seno familiar, laboral y social puedan ser más armónicas y llegar como nación a un desarrollo pleno, justo e igualitario.
Iniciemos primero reconociendo y agradeciendo todas las bendiciones que tenemos como vida, salud, techo, familia, comida, trabajo y transporte, segundo, trabajemos por nuestra salud, porque sin ella no hay proyectos que desarrollar: mejor alimentación, más ejercicios, tomar suficiente agua y chequeos médicos anuales; tercero, realicemos todo lo que nos brinde paz y alegría, para así tener la actitud positiva de brindársela a los demás; y cuarto, no olvidemos ser coherentes entre lo que decimos y hacemos, porque siempre predicamos con el ejemplo.
Les invito a que empecemos personalmente un proceso para convertirnos en agente de cambio, que les permita a otros emular y multiplicar nuestra conducta.
Este primer día del año es ideal para que hagamos lo siguiente:
Cuando alguien no te salude, hazlo tú exprésale tus felicitaciones, deséale lo mejor en este nuevo año.
Sí observas a alguien triste, sonríele.
Cuando alguien te grite, con voz calmada le preguntas ¿En qué puedo ayudarte?
Cuando alguien no comparta tus criterios, comprende que la otra persona está en su derecho de pensar diferente.
Si alguien te hace perder la paciencia, aléjate y ocupa tu mente en algo que te distraiga.
Cuando sientas la distancia de alguien, toma la iniciativa de escribirle y dejar en el pasado cualquier mal entendido.
Si alguien quiere ejercer control sobre ti, recuérdale que tienes derecho a una vida libre de violencia.
Las horas, los días, los meses y los años pasan muy rápido, el presente es lo único que tenemos seguro y es por ello que debemos esforzarnos en que el mismo sea positivo y productivo, que nuestras acciones reflejen ante los demás el convencimiento de que creemos y vivimos en paz.
Este primero de enero es una fecha clave para decidir mantenernos con férrea voluntad, firmeza y sentido de compromiso en constituirnos en agente de cambio, que permita, con nuestras orientaciones, a otros cambiar sus acciones violentas en comportamientos donde prevalezcan el respeto, la paciencia, tolerancia y empatía.
Si queremos convivir en una sociedad pacífica en este 2018, comencemos ya a promoverla con nuestras actuaciones diarias, esa es la esperanza que tenemos y para ello no hay tiempo que perder y de seguro será un año mejor.
La autora es presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.