¿50 pesos vale una vida?
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Mindy Rodríguez era una mujer en plena juventud, con sueños, proyecto de vida pues contaba apenas con 35 años de edad y por una simple discusión que inició al negarse a entregar 50 pesos, jamás se le ocurrió pensar que pudiese ser asesinada, como ocurrió la pasada semana en las proximidades del mercado Municipal de San Pedro de Macorís.
Desde este espacio de promoción de paz ante éste feminicidio, cabe preguntarnos ¿Dónde ha quedado el respeto a la vida, cuánto vale una vida?
Al parecer, para algunos la existencia humana no tiene ningún valor y es que creemos que no es tan difícil manejar la ira o el descontento que podamos tener con alguien que se niegue a pagarnos 5 monedas de 10 pesos, nunca comprendiendo cómo podría determinarse la muerte de ese deudor por tan simple hecho.
Amables lectores las noticias nos dicen que junio ha sido, sino el más, uno de los más sangrientos y violentos en nuestro querido país.
Insistiremos que, el valor del respeto es determinante si queremos convivir pacíficamente, pero lamentablemente es lo que menos observamos en la cotidianidad.
Muestra de esto es como las redes sociales destacan a una madre golpear brutalmente a su hijita, de unos 4 añitos, por supuesta venganza ante la negativa del padre de pagarle la manutención que le corresponde.
¿Hasta dónde llegarán los abusos hacia los infantes, los más desprotegidos?, ¿Qué culpa tiene esa niña de la irresponsabilidad de su progenitor, para que reciba de su propia madre violencia física y verbal?
Ante esta tragedia solo resta esperar que las autoridades cumplan con la persecución e imposición de las sanciones legales contra la madre, recordando que, el Estado dominicano es responsable de proteger a los infantes y adolescentes de toda clase de abuso que afecte su sano desarrollo.
La violencia es una conducta aprendida desde los hogares, que son y siempre serán las primeras escuelas y donde los infantes llegan a normalizarla en la medida en que la observan de sus progenitores o tutores.
Insistimos en que, educar no se logra a través de los malos tratos, que violencia genera mucho más violencia y lo que necesitamos es transformar toda una cultura, para que como sociedad en conjunto trabajemos en el fomento de valores que nos permitan una sana convivencia.
Comparto plenamente con el buen amigo y reconocido psiquiatra José Miguel Gómez de que para prevenir la violencia hay que fomentar programas de concienciación en resolución de conflictos, inteligencia emocional, tolerancia hacia la diferencias, asertividad y cultura de los buenos tratos, entre otros.
Debemos entender diariamente y poner en práctica que a mayor respeto, amor y solidaridad, gozaremos de más paz interna, social y mundial.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur