La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
En tiempo de ansiedad que viva la unidad
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
La crisis generada por el incremento de fallecidos e infectados del COVID-19 a nivel nacional y mundial mantiene a la sociedad en un estado de preocupación y angustia que, junto al aislamiento social que debemos mantener en prevención, suele desembocar en un estado de ansiedad colectivo.
No obstante, queremos amables lectores desde este espacio transmitir la esperanza de que podemos tener “paz en la tormenta” como expresa la popular canción que han grabado e interpretado decenas de cantantes católicos y evangélicos.
Observamos con preocupación las informaciones de que en China la cuarentena por el coronavirus ha generado un aumento en los divorcios entre las parejas, por no saber dirimir sus conflictos con comunicación asertiva.
Nuestro país, lamentablemente, tampoco escapa de la situación y ya escuchamos a profesionales de las conductas vaticinar que también se registrarán separaciones fruto de la larga convivencia por el aislamiento social.
Muestra de ello es que el Ministerio de la Mujer, con su línea de auxilio *212 recibió en los primeros diez días de confinamiento, a través del sistema 911, 238 llamadas.
De esas cifras deducimos que 24 mujeres diariamente sentían amenazada su vida y se armaron de valor para buscar la ayuda idónea de las autoridades, pudiendo poner frenar el maltrato de que son objetos y evitando posibles feminicidios.
No obstante, debemos pensar que como seres humanos racionales que somos, tenemos la capacidad de entender que las adversidades pueden ser una excelente oportunidad para reinventarnos y fomentar la unidad familiar.
Sabemos que no hay familias perfectas, pero sí podemos en forma responsable contribuir a mantener la armonía en las relaciones, que hagan posible una sana convivencia.
Si estamos en salud, con acceso a los servicios básico de agua y luz, si tenemos alimentos que comer, un techo seguro, seres queridos a nuestros lados e internet para comunicarnos con los demás familiares y amistades, ¿Por qué generar división en estos momentos de desolación, en lugar de modificar conductas de palabras inapropiadas, para dar paso a la buena escucha y el entendimiento?
El confinamiento en el hogar constituye una hermosa oportunidad para fomentar los lazos familiares, predicando con el ejemplo los valores de respeto, solidaridad, empatía, tolerancia y sobre todo amor.
Un amor que nos hace aceptar a nuestros seres queridos como son, con sus fortalezas y debilidades, con el que podemos enfocarnos en lo hacen bien y estimularlos, un amor que nos permite actuar con prudencia y paciencia, sabiendo que la familia es un equipo único y especial.
Estamos compelidos a mantener una convivencia de unión y comprensión en estos días de duelo para muchos y de incertidumbre y angustias para la gran mayoría.
Reflexionemos sobre lo vital que es vivir con paz interior, con fé de que todo tiene su tiempo, de que cada experiencia nos da aprendizaje y crecimiento para valorar a los seres humanos en su justa dimensión y la esperanza de que tendremos un mejor futuro.
Cuídate y cuida tu familia, esa que es la primera escuela de vida. En tiempo de ansiedad que viva la unidad!!!
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur