Medio Ambiente iniciará un proceso de restauración del mangle rojo degradado en el humedal Estillero, en Samaná.
Iniciará el proceso una vez que culmine las investigaciones que se espera que esta semana cuenten con la intervención de la Proedemaren.
SANTO DOMINGO (República Dominicana).-El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN) agota los pasos jurídicos y técnicos para iniciar el proceso de restauración del área de mangle rojo degradada dentro del humedal Estillero, en Las Terrenas, Samaná.
El viceministro de Costeros y Marinos, José Ramón Reyes López, explicó que el MMARN está abierto a coordinar con académicos y ambientalistas de Samaná y que quieran participar en las labores de restauración del humedal afectado.
“Aunque los resultados de los análisis realizados en el laboratorio de la Dirección General de Aduanas a las muestras tomadas por nuestros técnicos no arrojaron la presencia de un herbicida, la investigación sigue abierta y esta semana esperamos contar con el apoyo de la Procuraduría Especializada para la Protección del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Proedemaren)”, dijo Reyes López.
“Agotada la etapa de la investigación, el Viceministerio de Costeros y Marinos empezará las labores de restauración del área afectada”, añadió el viceministro al informar sobre los resultados preliminares de la investigación en curso.
Explicó que biólogos y técnicos del MMARN continuarán con la evaluación del humedal Estillero y de los posibles drenajes, canalizaciones, y rellenos que pudieran influir en modificar el flujo e intercambio de aguas superficiales y costeras que estén afectando sus condiciones.
Además, profundizarán en la evaluación de las condiciones del mangle rojo para poder detectar las posibles presencias de plagas, hongos, u otras causas que pudieran estar afectando al humedal.
Las evaluaciones al humedal incluyeron mediciones de parámetros físicos-químicos en agua y sedimentos en dos (2) puntos, y observaciones para determinar propiedades organolépticas, como resultado de esta primera valoración se obtuvo lo siguiente: En el primer punto de muestreo, la saturación de oxígeno disuelto y el nitrógeno amoniacal, presentan concentraciones fuera de los valores máximos aceptables para aguas Clase E, definida en la norma ambiental “como aguas costeras destinadas a la conservación de recursos naturales como manglares y zonas de reproducción y nutrición de organismos marinos y áreas de acuacultura marina, incluyendo moluscos, crustáceos, peces y pesca comercial”.
La baja saturación de oxígeno se asocia a estancamiento de las aguas en esta parte del humedal, y el nitrógeno amoniacal por encima del límite establecido para este tipo de ecosistema en el área afectada (3.5 mg/L) es un indicador de posible presencia de agua residual del tipo doméstica.
El segundo punto de muestreo presentó mejores valores en su calidad de agua. Los biólogos y técnicos identificaron una diferencia de salinidad considerable entre los puntos evaluados, presentando mayor concentración de salinidad en una de las estaciones.
“En las muestras de sedimentos no se detectó presencia de herbicida o sustancias asociadas”, indica el informe.
Añade que respecto a las propiedades organolépticas no se identificó rastros de sedimentos en estado de putrefacción, ni peces, aves, o reptiles muertos. Indica que en el humedal hay presencia de varios tipos de mangles.
Sin embargo, en la evaluación realizada se identificó que el rojo fue el único afectado. “Esta especie es tolerable a salinidad, y se desarrolla en zonas de intercambio de aguas costeras y superficiales.
Aproximadamente un porcentaje no mayor a un 5% de los propágulos de mangle se observaron afectados, lo que se asocia a un nivel de resiliencia a través de las plántulas y un franco proceso de sustitución forzada de plantas nuevas por viejas”, indica.
Recuerda que los humedales requieren flujo de agua constante para mantener la calidad de su ecosistema y de los nutrientes que garanticen su supervivencia. “Los resultados de esta primera evaluación presentan elementos vinculados a cortes prolongados de agua marina fresca procedente del litoral y cortes en los flujos de agua dulce que pudieron desencadenar en un estrés hídrico”, indica el informe preliminar.