La tranquilidad no es una percepción
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Escribo
Comienzo este artículo con una palabra que es muy inherente en el ser humano, y que es una condición a la que todo el mundo aspira cuando se encuentra en un mundo inquieto: La tranquilidad.
La tranquilidad que es un estado del cuerpo, y del espíritu, es un término que va más allá de estarse quieto, tiene que ver con la plenitud, la paz y el silencio.
Recientemente estuvimos celebrando la Semana Mayor, Semana Santa, tiempo de reflexión, de penitencia, de vigilia pascual, donde todo el pueblo cristiano converge en un solo pensar: La fe de que nuestro señor Jesucristo ha resucitado.
¿Qué quiere decir para nuestros adentros que nuestro señor ha resucitado? Es la máxima que nos enseña que en el mundo hay motivos para seguir, que podemos ser cada día mejores, y que todo tiene un por qué.
Cada año vemos como en nuestro país aún cuando se comienzan con campañas de concientización con tiempo, aún cuando es bien sabido lo que conviene y lo que no.
Aún cuando se sabe que el exceso de velocidad, el exceso de alcohol y la demasía de comida pueden ser mortal, vemos como muchas personas repiten una y otra vez el patrón de desafiar las reglas.
Soy de las que en Semana Santa prefiere las montañas, aunque mi gran pasión es la playa; la dejo para después cuando hay menos personas.
Me pasé el fin de semana largo en mi casa, con el mejor de los entretenimientos, Netflix, viendo series bien interesantes.
Vuelvo al tema de la tranquilidad, porque aunque tuve que tomar el periódico temprano para leer las estadísticas del COE (Centro de Operaciones de Emergencias) y enterarme de cuales eran las cifras, en la ciudad pude percatarme de que el clima fue otro.
Salí a recorrer las calles, y de hecho el Viernes Santo que bajé a la Zona Colonial solo en el Parque Colón habían personas, aunque la cantidad muy tímida, todos los negocios cerrados, incluyendo los de comida.
Puedo decir en mi experiencia que hubo mucha asistencia a las iglesias, en mi edificio todos se quedaron, y las calles parecían desiertas, cosa que me dio nostalgia.
Pienso y Escribo: La tranquilidad más que una percepción, es un estado que viene de adentro.