El valor de amor y paz que representan las madres
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Ayer conmemoramos el Día de las Madres, una fecha a venerar diariamente por la bendición que ellas significan en el aprendizajes y desarrollo de las vidas de hijos e hijas.
Una mamá que practique la crianza respetuosa representa un amor incondicional, apego seguro, además de ser generadora de conocimientos, ejemplos y sabiduría.
La madre es fuente de paciencia, entrega, valentía y determinación que influyen en la educacion correcta de sus hijos, a quienes aplaude, corrige, inspira o estimula ya sea que tenga o no una pareja con quien sostener un proyecto de vida común.
Las madres son esos seres extraordinarios hacia donde queremos correr para contarles cuando logramos una meta, cuando tenemos preocupaciones o situaciones difíciles, cuando nos enfermamos y sabemos que no importa día ni hora, pues con ellas podemos contar incondicionalmente.
De las mamás por lo general aprendemos más de lo que observamos en su conducta diaria, que de lo que solemos escuchar de sus palabras.
Para mi las madres son tesoros de vida y pedacitos de cielo en la tierra y aunque la fecha se ha comercializado en demasía, no hay mejor regalo para ellas que el tiempo de calidad, que la buena escucha para aprender de sus historias o comentarios o de ofrecerles una sonrisa amplia para comunicarles la alegría que nos brindan.
Bendecidos quienes todavía gozan de la fortuna de tener a sus madres y poder disfrutar de todo el amor que brindan.
De la mía me siento más que orgullosa y admirada. Tuvimos el privilegio de tenerla hasta sus 83 añitos. Su amor, educación en valores y entrega marcaron nuestras vidas y aunque ya no está físicamente, sabemos que diariamente continua bendiciéndonos, protegiéndonos y guiándonos.
Junto a mi querido esposo José Manuel Hernández Peguero, nos sentimos super orgullosos y
honrados de tener tres tesoros de hijas e hijo: Laura, Pamela y Enrique.
Mi mamita adorada siempre me decía «Siembra, siembra, que la cosecha llega» y hoy en día escuchar o leer la frase «mami te amo» y observar su accionar en diferentes circunstancias me hace sentir privilegiada de saber que pudimos como equipo diseminar en ellos mucho amor del bueno, respeto y unión.
Y ahora estrenándome como abuelita de Amelia Isabel, siento el amor multiplicado en un ser divino que nos llena de muchas alegrías, al disfrutar de su crecimiento y sabiduría con apenas un mes de nacida.
Mis felicitaciones a todas las madres. Les insto a seguir educando con los mejores ejemplos, con más estímulos y menos críticas, con menos comparaciones y más motivaciones, con igualdad de derechos entre niños y niñas, para seguir aportando a una sociedad más justa y pacífica.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur