La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
La dicha de tener un padre
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Escribo
El domingo 28 de julio para aquellos que tuvieron la dicha de tener su padre vivo se celebró el Día de los Padres.
Una fecha que para muchos es esperada, para agradar y a la vez compartir con ese progenitor que es tan necesario en la vida de sus hijos.
Cuando hace falta algo, es increíble, pero es cuando más podemos apreciar su valor y cuan útil es.
Mi padre quien en vida se llamó Guillermo Germán Flaviá era un hombre sencillo y de buenas maneras, muy amigo de todos, además de solidario.
Dentro de las cosas que me enseñó fue el valor de la honestidad, y el desapego a las cosas materiales.
Me hablaba mucho de la importancia de Dios en nuestras vidas, y de la lectura de la Biblia; escuchaba atento y entusiasmado cuando le recitaba algún versículo de la misma, cuando le hablaba de los Proverbios que es unos de los libros que más estudio.
Ya en su edad avanzada tuvo el privilegio de conocer a su nieto Fernando Gabriel, quien está en condición especial, y por el que procuraba su recuperación, o más bien su autonomía.
Hablando de padres también fue un día para celebrar con un padre 24/7, mi esposo Fernando Quiroz Mora, quien es ejemplo de paciencia, amor y entrega sin medidas.
Es el padre presente en todas las consultas médicas y terapéuticas de mi hijo, atento a cualquier comentario, presto a escucharme, quien cuida, anticipa y provee.
Muchos en esta época tienden a no valorar lo que es la presencia de un padre en sus vidas, no dándose así la oportunidad de compartir de los mejores momentos de la existencia.
Pienso y Escribo: Celebremos a los padres que es un privilegio de la vida y de los años.