Legado de la Madre Teresa de Calculta
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Un 26 de de agosto del año 1910 nació la Madre Teresa de Calculta, una religiosa que trascendió mundialmente por su entrega y defensa de los más necesitados e indefensos, hasta convertirse en un símbolo mundial y lograr en el año 1979 el Premio Nobel de la Paz.
En un mundo convulsionado por la violencia vivimos recordando su legado, su humanismo incomparable para asistir a los más desamparados tras afirmar que «No puedo dejar de trabajar cuando voy a tener toda la eternidad para descansar».
Reflexiono sobre su célebre frase de que «La paz comienza con una sonrisa» y lo dificil que parece en estos tiempos es sonreir cuando abunda el irrespeto, la escasa comunicación asertiva, la intolerencia y la falta de autocrontol, que lamentablemente hacen que los conflictos culminen en acciones violentas.
Entendía la Madre Teresa que «El que no vive para servir, no sirve para vivir» y con esta significativa frase nos invita a ser más solidarios, a ayudar, apoyar, a dedicar tiempo a quienes nos necesitan y así podremos comprobar que dar es más gratificante que recibir.
Consideraba además que «No podemos hacer grandes cosas, pero si cosas pequeñas con un gran amor» y esta frase la practicamos desde la Fundación Vida Sin Violencia, institución sin fines de lucro en la cual junto a extraordinarias y solidarias compañeras llevamos 15 años sembrando semillitas de paz en centros educativos, entidades públicas y privadas y sociedad general.
En otra de su célebres frases decía «Muchas veces basta una palabra, una mirada, para llenar el corazón de un niño» y es que los infantes necesitan y merecen mucho cuidados, amor, protección, límites claros dentro del marco de una crianza respetuosa y todo ello le brinda seguridad para un sano desarrollo.
Esta misionera de la caridad además de inspirar a las Organizaciones Sin Fines de Lucro, hizo posible que el Papa Juan Pablo II en el año 2003 realizara su beatificación, destacando que ella también fue misionera de la vida.
Para la Madre Teresa de Calcuta, con ese corazón tan sensible y noble que tenía, consideraba que debíamos amar a todas las personas aun fueran intolerantes, inconsecuentes o egoistas.
Hoy hace 27 años de su fallecimiento, a la edad de 87 años en 1997, en la India, pero su legado de obra de amor perdurará para la historia mundial y para siempre sus célebres frases nos invitarán a emularla como una extraordinaria misionera de la paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur