La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
Cuidemos a nuestros adultos mayores
Apelamos a la sensibilidad y empatía de nuestros congresistas para que se modifique esta ley haciendo justicia con una población vulnerable que lo merece.
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
¿Qué ser humano no le gusta sentir que sus seres queridos les cuidan, protegen y les proporcionan todo lo que esté a su alcance para su bienestar?
En un encuentro familiar observé con esmero la felicidad de mi padre, con 92 años, al cargar a su biznieta de casi cinco meses.
No se trataba de sonreír para la cámara en búsqueda de capturar ese momento especial, sino de sentir gozo en su corazón por la bendición de Dios de tener todos sus sentidos para disfrutar a su pequeña descendiente.
A veces olvidamos que los pequeños detalles pueden hacer incrementar la felicidad a nuestros adultos mayores, que lo único que esperan es ese tiempo de calidad para escucharlos con esmero, conversar, acariciarlos y recordarles lo mucho que los queremos.
Recordemos que las palabras tienen mucho poder y así como son capaces de alegrar, estimular e incentivar, también pueden destruir sentimientos.
Entendemos que, el deber llama a que busquemos generar espacios que le proporcionen salud emocional a nuestros envejecientes, lo que se asocia a complicidad, afectos y amor.
Me apena la lectura a recientes declaraciones del cardiólogo José García Ramírez, director del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape) en la que expresó, que la ancianidad en nuestro país es muy triste, debido a que muchos son humillados, abandonados y condenados a pasar hambre.
En ese sentido precisaba que, de 2,155 denuncias de maltrato procesada que recibió la entidad en este año, la mayor parte corresponden a conflictos familiares, seguido de ingresos a centros geriátricos, violación al derecho de propiedad y maltrato psicológico.
Debemos tomar en consideración que como muchas leyes en nuestro país la ley 352-98 está desactualizada y merece una revisión.
Corresponde a la Cámara de Diputados estudiar, revisar y aprobar el proyecto de ley que les fue sometido el pasado año para su modificación, observándose que la actual ley no tiene sanciones para las acciones violatorias que se cometen contra los adultos mayores.
Apelamos a la sensibilidad y empatía de nuestros congresistas para que se modifique esta ley haciendo justicia con una población vulnerable que lo merece.
Algún día, si Dios lo permite, llegaremos a esa etapa de la vida y todos quisiéramos gozar de respeto, admiración y atención.
Mi invitación es a esmerarnos en los cuidados de nuestros envejecientes. Ellos merecen mucho amor, buenos tratos y paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur