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Inteligencia emocional, clave para relaciones pacíficas
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
¿Sabes que la clave para poder hacerle frente a los desafíos y adversidades que forman parte del diario vivir es la inteligencia emocional?
Gestionar adecuadamente nuestras emociones nos permite conectar con los demás de manera respetuosa y compasiva, sembrando semillitas de paz en todos nuestros entornos.
Los conflictos no tienen por qué convertirse en acciones violentas. Si aprendemos a reconocer las emociones que sentimos y a tramitarlas de manera positiva podemos enriquecer nuestras relaciones.
Enfrentarnos a nuevos desafíos nos brinda experiencias que contribuyen a nuestra madurez y crecimiento emocional.
Por considerar este tema de interés, compartimos herramientas ofrecidas por la experta en neuropsicología Jelyn Reyes en un taller sobre inteligencia emocional dirigido a adolescentes.
Explicó que es en la corteza prefrontal del cerebro donde se toman decisiones, se controlan los impulsos, se planifica y organiza, se resuelven problemas y emociones, como la alegría, sorpresa, admiración, miedo, tristeza, ira, culpa y desagrado.
Para la especialista, comprender las emociones contribuye a la autorregulación, al desarrollo de la empatía, a tomar decisiones más reflexivas y racionales y a manejar las presiones sociales, familiares o laborales sin que afecten la salud mental.
Recomienda aplicar la autoconciencia para identificar lo que sentimos y entender cómo nuestros estados de ánimos pueden influir en los demás.
A través de la autorregulación, destaca que, cuando somos capaces de controlar nuestras respuestas, consideramos las consecuencias antes de actuar frente a una adversidad.
Otros elementos de la inteligencia emocional que destaca son las habilidades sociales y la motivación para lograr metas, a pesar de encontrar sentimientos negativos.
Las cinco técnicas para la resolución de conflictos que planteó fueron:
- La comunicación asertiva.
- La escucha activa.
- Enfocarse en el problema y no en la persona.
- Evaluar juntos las alternativas y elegir la más adecuada.
- Hacer una pausa cuando las emociones están muy intensas y retomar el diálogo una vez calmados.
En una comparación de las emociones con un semáforo precisó que el rojo significa pausa, el amarillo invita a pensar y el verde indica el momento para actuar.
También recomendó técnicas como inhalar y exhalar aire por la nariz, respirando desde el abdomen y manteniendo un ritmo cómodo.
Trabajar la inteligencia emocional desde la primera infancia es determinante para construir relaciones más sanas, respetuosas y pacíficas.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur
