Inteligencia artificial y el absurdo de las guerras

Manuel Díaz Aponte
El mundo no se detiene y hoy vivimos un innovador espacio entre los innegables aportes de la inteligencia artificial, la lucha por la supervivencia humana, predominio de las potencias armamentistas, guerras, deportaciones masivas y reconfiguración de un espacio social muy complejo cargado de incertidumbres.
La inteligencia artificial sigue avanzando llegando a superar modelos tradicionales de la forma de pensar y actuar del ser humano, e incluso, hoy es una herramienta esencial en diversos proyectos de la época del modernismo.
En cambio, China se consolida como potencia mundial, convirtiéndose en el prestamista internacional a países cuyas economías tambalean teniendo que recurrir al auxilio del gigante asiático.
Estados Unidos y Rusia están nuevamente dialogando y trazando pautas para delinear el complejo escenario de la geopolítica mundial, y, ello, ha sido posible desde la asunción del presidente Donald Trump a la Casa Blanca.
Ambos líderes buscan terminar con la guerra de tres años entre Rusia-Ucrania y esta semana hubo una conversación telefónica de dos horas entre Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin.
Por el momento, no hay un cese al fuego del conflicto, pero se adelantó en temas de cómo evitar mayores daños a las infraestructuras energéticas de Ucrania, según comunicaron representantes del Kremlin.
Todavía tanto Rusia como Ucrania están disparando sus misiles en una absurda guerra que ha matado a miles de civiles y militares.
Mientras Zelenski siga teniendo el aliento económico de la UE se animará a continuar con sus tropas en el campo de batalla, aunque pierda el conflicto.
Trump y Putin han dejado atrás a los países de la Unión Europea (UE) en sus diálogos telefónicos y planean reunirse próximamente en una cumbre que encabezará Arabia Saudita.
Eso significa que de lograrse un definitivo cese al fuego en Ucrania los líderes de la UE no tendrán ningún tipo de participación directa, fundamentalmente por sus profundas diferencias con Putin desde antes de iniciar la guerra.
El plan de Trump
Las señales dadas por Ucrania para firmar un acuerdo de paz con Rusia se deben mayormente a las iniciativas del mandatario estadounidense, que en varias ocasiones ha dialogado con el presidente ucraniano Zelenski, incluyendo su “enfrentamiento verbal” en la Casa Blanca, en febrero pasado.
Según la agencia de noticias rusa Tass, Putin planteó en la llamada telefónica “una serie de puntos significativos” sobre la propuesta de alto al fuego de 30 días. Entre otras cosas, reiteró a Trump que el cese total de la ayuda militar a Kiev es la condición clave para resolver el conflicto.
Este planteamiento choca con la postura de los gobiernos europeos a la cabeza de Francia y el Reino Unido que suministran recursos económicos y militares a Ucrania.
El gobierno de EE. UU. ha reducido su colaboración al gobierno de Zelenski desde el regreso de Trump al poder el 20 de enero del 2025.
Hace unos días, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y Michael Waltz, asesor de seguridad nacional, hablaron en Arabia Saudita con una delegación encabezada por Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente de Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores Andrii Sybiha y el ministro de Defensa Rustem Umerov.
Rubio advirtió que las autoridades ucranianas tendrían que hacer concesiones sobre las tierras que Rusia ha tomado desde el 2014 como eje fundamental para poner fin a la guerra. Y los rusos, deberán, además, fijar lo que están dispuestos a conceder.
Los aliados europeos de Ucrania han prometido seguir ayudando al régimen de Kiev y formar parte con soldados de una fuerza de mantenimiento de la paz.
China, en otra ruta
Por fortuna, hasta el momento, China no se ha dejado atraer por incursionar directamente en conflictos armados internacionales, aunque como potencia al fin, sigue equipándose, armándose y modernizando su enorme poderío militar y de seguridad.
No hay mayor inversor que China en materia energética en el mundo y entre 2013 y 2022, financió 226 centrales eléctricas en 64 países.
El gigante asiático no se detiene siguiendo la ruta de las innovaciones tecnológicas, industriales y de infraestructuras modernas más allá de su extenso territorio. También, los chinos se han armado con sofisticados aviones de guerra, helicópteros y una formidable plataforma de sistemas nucleares y misiles.
La estrategia china ha sido dominar el mundo a través de masivas inversiones en infraestructuras portuarias, ferrocarriles, proyectos eléctricos, presas y su famosa Ruta de la Seda, para conectar a Asia, Europa, África y América.
En Latinoamérica, el gobierno de Xi Jinping ha realizado cuantiosos proyectos de infraestructuras sobresaliendo el megaPuerto Chancay, inaugurado en noviembre de 2024, en Perú, por US$286.100 millones.
Tiene inversiones, además, en Brasil, Argentina y Chile, tres de las naciones más influyentes de Sudamérica.
Por otro lado, el gobierno chino ha incrementado su incidencia en el presente y futuro de diversas naciones del planeta a los cuales les ha prestado miles de millones de dólares.
Inclusive, Estados Unidos tiene una deuda financiera considerable con la potencia asiática, según ha trascendido.
Eso indica que la poderosa China ha optado por inversiones en infraestructuras y dinamización del capital, en vez de estar sumergida en guerras y conflictos mundiales. Ello, evidentemente, le ha permitido alcanzar un mayor liderazgo y preponderancia en las decisiones políticas, económicas y diplomáticas en este mundo global.
Asimismo, tiene presencia de inversiones en el campo minero energético, como la mina de cobre Las Bambas en Perú, minas de litio en Chile, proyectos hidroeléctricos en Brasil o la planta solar Cauchari en Argentina.
Una revisión del listado de países que tienen deudas económicas con la República Popular de China demuestra el predominio de esa nación asiática en el mundo.
Venezuela, Brasil y Argentina en América Latina, están entre los países con mayores deudas financieras con China, y el primero debe más de 60 mil millones de dólares.
Corredor Ferroviario
Brasil, Bolivia y Perú encabezan el desarrollo del Corredor Ferroviario Bioceánico Central, una de las obras más importantes para el comercio en la región.
Tiene una extensión aproximada de 3,755 kilómetros, conectando el puerto de Santos en Brasil con el de Chancay en Perú. Y atravesará igualmente territorio boliviano, con una inversión global de 10 mil millones de dólares.
Cada uno de estos países posee suficientes minerales, terrenos y recursos acuíferos que garantizan su endeudamiento con el coloso asiático.
A continuación, listado de naciones que tienen deudas pendientes con la República Popular de China.
Bangladesh
Deuda externa total con China: 6,1 mil millones de dólares.
Etiopía
Deuda externa total con China: 6,8 mil millones de dólares.
Sri Lanka
Deuda externa total con China: 8,9 mil millones de dólares.
Angola
Deuda externa total con China: 21,0 mil millones de dólares.
Pakistán
Deuda externa total con China: 26,6 mil millones de dólares.
Argentina
Deuda externa total con China: 2,9 mil millones de dólares.
Mongolia
Deuda externa total con China: 3 mil millones de dólares.
Sudáfrica
Deuda externa total con China: 3,4 mil millones de dólares.
República del Congo
Deuda externa total con China: 3,4 mil millones de dólares.
Brasil
Deuda externa total con China: 3,4 mil millones de dólares.
Camerún
Deuda externa total con China: 3,8 mil millones de dólares.
Bielorrusia
Deuda externa total con China: 3,9 mil millones de dólares.
Costa de Marfil
Deuda externa total con China: 3,9 mil millones de dólares.
Camboya
Deuda externa total con China: 4 mil millones de dólares.
Ecuador
Deuda externa total con China: 4,1 mil millones de dólares.
Nigeria
Deuda externa total con China: 4,3 mil millones de dólares.
Egipto
Deuda externa total con China: 5,2 mil millones de dólares.
Laos
Deuda externa total con China: 5,3 mil millones de dólares.
Zambia
Deuda externa total con China: 6,1 mil millones de dólares.
Kenia
Deuda externa total con China: 6,7 mil millones de dólares.
Etiopía
Deuda externa total con China: 6,8 mil millones de dólares.
Siri Lanka
Deuda externa total con China: 8,9 mil millones de dólares.
Fuente: The Daily Digest