De las tinieblas a la luz
ViBa La Comunicación
Vilma Batista
Así tituló su conferencia magistral el reputado doctor Elmer Huerta, oncólogo invitado al país por el Despacho de la Primera Dama como parte de su programa de actividades de cocienciación sobre el Cáncer de Mama en nuestro país y quien en su ponencia nos llevó de la mano en un recorrido histórico desde las primeros registros de esta enfermedad, hasta los avances modernos para su detección y tratamiento.
Por más de 45 minutos, el fundador y director del Preventorio del Cáncer en el Instituto de Cáncer del MedStar Washington Hospital Center, mantuvo cautivo a un público atento de su entretenido discurso, basado en hechos científicos y su propia experiencia de casi 4 décadas de ejercicio médico que avalan su conocimiento y alto reconocimiento en la comunidad internacional.
Nos contaba el Dr. Huerta como en los ultimos 100 años, el índice de vida humano se ha casi duplicado, dando espacio a mayor número de casos del Cáncer de Mama, que usualmente ataca a mujeres a partir de los 40 años.
El galeno fué enfático en que aún con todos los avances de la ciencia para la detección y tratamiento, la prevención sigue siendo el paso más importante.
Insistía en que desde pequeñas, enseñemos a las niñas a tocarse a modo de autoexamen para que ante el mínimo cambio futuro en sus senos, fueran inmediatamente a su médico para descartar o atender a tiempo cualquier dolencia.
Fue esperanzador saber que si el Cáncer de Mama es detectado en etapa temprana, tiene un 99% de probabilidad de tratamiento exitoso con expectativa de vida de más de 15 años para las pacientes.
Este octubre la campaña nacional «Defiéndete sin temor del cáncer de mama» apuesta justamente a empoderar a la mujer y su entorno para que no tema al diagnótico sino que se cuide permanentemente sabiendo que siempre hay una luz brillante al final del túnel.
Aún con todos los esfuerzos estatales y privados, no todo es color rosa.
Me sumo 100% al llamado del Dr. Huerta cuándo afirma que el Cáncer de Mama es un tema de primer órden en la Salud Pública y que sólo con un registro de casos a nivel nacional debidamente documentados, podremos garantizar equidad en el acceso de métodos de detección con tratamientos menos invasivos y de última generación.
Seremos entonces realmente un país que cuida a sus mujeres como lo que somos: Las columnas vertebrales que soportan una sociedad para el futuro.