Día Nacional de la Niña
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
En pleno siglo XXI donde abogamos por equidad e igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, con la aspiración de tener una sociedad justa y equilibrada, valoramos como una acción muy acertada la decisión del Presidente Danilo Medina de decretar el 11 de octubre de cada año como Día Nacional de la Niña, fecha en que se celebra internacionalmente.
La acción implica un reconocimiento al empoderamiento de las niñas, para que estas participen en las tomas de decisiones y recuerda los compromisos asumidos para proteger los derechos que les corresponden con una vida sana, libre de todo tipo de violencia, educación, salud, cuidados y protección.
El decreto presidencial responde así a los esfuerzos encaminados por la organización Plan RD, que busca que las niñas puedan ocupar posiciones de liderazgo y poder, como lo hizo Sara Mendoza, de 11 años, al asumir la Vicepresidencia de la República por un día, por tan solo mencionar una de las posiciones destacadas.
Y es que con los esfuerzos realizados tanto desde el Estado como de la Sociedad civil no se corresponde que todavía estemos estereotipando a las niñas como princesas, cuando hay que apoyarles plenamente en sus deseos de ser ingenieras, médico, abogadas o Presidenta.
Recuerdo que en uno de nuestros talleres en el politécnico Belisario Peguero una chica de unos 13 años, con notas sobresalientes y gran elocuencia para hablar, nos manifestó su deseo de llegar a ser Presidenta de la República y procedimos a invitar a que todos los presentes le dieran un aplauso de estímulo a sus aspiraciones porque las niñas tienen todo el derecho a soñar en grande.
Es inaceptable que las mujeres cada vez representan el mayor número de matrícula en las universidades, con mayor índice académico y sin embargo, a la hora de realizar una labor igual a sus compañeros, devengan un salario inferior o no logran alcanzar el puesto merecido por su capacidad, experiencia y sentido de responsabilidad. A todas luces la acción constituye una discriminación hacia la población femenina.
La indignante situación es un grave problema social en la mayoría de las naciones y es alarmante las cifras divulgadas por Unicef República Dominicana en la que expresan que 4 de cada 10 niñas en América Latina y el Caribe experimentan la violencia de la pareja en sus vidas.
Para muestra cabe hacer mención de la violencia machista de que fue objeto ese mismo Día Internacional de la Niña, una joven Narlin Galán Rosario, de 16 años, asesinada vilmente a golpes con un block en una casa de construcción, por un hombre que abusaba de ella de 50 años.
Como sociedad debemos accionar en conjunto para que las niñas gocen del derecho que tiene a una vida sana, libre de violencia, segura, libre y felices como merecen, sólo así podremos hablar de contar con una mejor nación en la que prevalezca la cultura de la paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.