Discurso Septuagésimo Aniversario del BCRD, pronunciado por el Gobernador, Lic. Héctor Valdez Albizu Lunes 23 de octubre de 2017
Al conmemorarse hoy 23 de octubre de 2017, el 70 Aniversario de la creación del Banco Central de la República Dominicana, me llena como siempre de gran emoción dirigirme nuevamente a la familia bancentraliana y al país, en mi calidad de Gobernador, gracias a la confianza depositada en mi persona por el Excelentísimo Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina Sánchez.
Ciertamente estas siete décadas han dejado huellas más que suficientes, para iniciar mis palabras honrando la trayectoria del activo más valioso del Banco: su capital humano. Permítanme mis amigos en esta mañana tan especial, rendir un merecido tributo de reconocimiento a los gobernadores que me han precedido y a todo el personal que con gran vocación de servicio, han aportado su talento y esfuerzos para que el Banco Central sea reconocido por su excelencia, credibilidad, transparencia y fortaleza institucional.
Particularmente en los años en que he estado a cargo de la gobernación de esta Institución, a la que he dedicado más de la mitad de mi existencia, me siento privilegiado de contar con el amor incondicional de mi amada esposa Fior y mi amado hijo Héctor Manuel, a quienes por muchas horas he privado de mi compañía en nuestro hogar. La verdad es que sin su tolerancia y comprensión, y sin el apoyo invaluable de mi adorada madre y de mis hermanos, sencillamente no me hubiese sido posible asumir tan altas responsabilidades.
De igual modo quiero agradecer profundamente, el gran respaldo que recibo de los honorables miembros de la Junta Monetaria, del extraordinario staff de funcionarios que me acompaña, y de todos los empleados, quienes con mucho sacrificio familiar, lealtad y dedicación cumplen intensas jornadas de trabajo, en procura de lograr los objetivos que nos asigna la Constitución y la Ley Monetaria y Financiera.
Gracias a ese arduo trabajo en equipo, hace apenas unos días recibí en nombre de nuestra institución, con gran sorpresa y orgullo pero con mucha humildad, dos importantes premios de prestigiosas revistas internacionales especializadas en economía y finanzas, en el marco de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM).
La Revista Global Finance nos eligió entre los doce gobernadores con calificación A de los 189 países miembros del FMI, y el otro galardón de la revista Global Markets, correspondió al “Gobernador del Año 2017 para la Región del Caribe”. Igualmente, el Foro Económico Mundial, por el manejo prudente de la Política Monetaria, ha situado al país por segundo año consecutivo, en el primer lugar en materia de control de la inflación.
Indudablemente apreciados bancentralianos, estos reconocimientos de ranking mundial, nos colocan en una posición destacada de credibilidad ante la comunidad internacional, no sólo al Banco Central, sino también a la gestión del Primer Mandatario de la Nación, Lic. Danilo Medina Sánchez, quien en todo momento ha respetado la autonomía constitucional y la independencia de este Ente Emisor, y nos ha brindado su importante apoyo.
Como es tradición en cada aniversario, permítanme a modo de rendición de cuentas, presentar las primicias de los resultados recientes de la economía dominicana.
Lo primero que quiero destacar mis amigos, es que la economía dominicana ha reaccionado muy favorablemente a las medidas de flexibilización monetaria que fueron adoptadas el pasado mes de julio del presente año.
En efecto, a fin de estimular la demanda interna en un contexto de bajas presiones inflacionarias, el Banco Central redujo su Tasa de Política Monetaria en 50 puntos básicos (de 5.75% a 5.25%) y disminuyó el coeficiente de encaje legal en 2.2 puntos porcentuales, que representa unos RD$20,400 millones para ser destinados por los intermediarios financieros a los sectores productivos. Este monto, sumado a los recursos liberados del encaje legal pendientes de colocar para la agricultura, eleva a RD$23,536.9 millones, el total de los fondos orientados a impulsar las actividades económicas.
Me place informar a los presentes y al país, que desde esta reducción del encaje legal a la fecha, se han desembolsado más de RD$12,600 millones, es decir un 62% de los nuevos fondos liberados. La salida de estos recursos ha tenido un efecto multiplicador en las colocaciones de la banca hacia los diferentes sectores, hasta el punto que durante estos dos meses y medio que han transcurrido, los préstamos privados en moneda nacional se han incrementado en unos RD$22,200 millones, cifra que incluye los recursos liberados del encaje legal.
Asimismo, en lo que va del año, el crédito privado total ha aumentado en unos RD$52,000 millones, para un crecimiento en torno al 6.0% con respecto al mes de diciembre pasado, con proyección de que el año cerraría en alrededor del 12% interanual.
Sin lugar a dudas, estos resultados demuestran la efectividad que han tenido las medidas monetarias en la canalización del crédito bancario, las cuales también han impactado positivamente los principales agregados monetarios. En ese tenor, el Medio Circulante (M1) pasó de un crecimiento casi nulo en el mes de julio, producto de una caída en la demanda de dinero no obstante la banca tener liquidez suficiente en sus depósitos overnight, a una expansión interanual de 7.0% a septiembre del presente año.
Ahora bien, con la finalidad de potencializar los efectos positivos en la dinamización del crédito, en este momento quiero anunciar al país y a todos los presentes, que nos proponemos someter a la consideración de la Honorable Junta Monetaria, que los recursos liberados del encaje legal pendientes por colocar, ascendentes a unos RD$11,000 millones, puedan prestarse a cualquier sector que los demande, a una tasa de interés fija por cinco años del 8% para todos los sectores y de 9 % para los préstamos hipotecarios, estos últimos con vocación de más largo plazo.
De igual manera propondremos a ese órgano rector de la política monetaria, que el nuevo Reglamento de Evaluación de Activos (REA), cuya entrada en vigencia está prevista para el 2 de enero de 2018, pueda aplicarse de inmediato en dos sectores de vital importancia, como son la Agropecuaria y las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.
En primer lugar, los deudores del sector agropecuario, severamente afectados por los fenómenos atmosféricos recientes, en lo adelante no necesitarían de tratamientos especiales de dispensa, ya que bajo la figura de la “refinanciación” que prevé el REA, dispondrían de manera permanente de la facilidad de reestructurar las condiciones de tasas de interés y plazo de sus créditos, sin afectar su clasificación de riesgo y sin exigir a la banca mayores provisiones. Esto mis amigos, será un verdadero alivio para nuestros productores del campo dominicano en estos momentos.
En segundo orden, se aplicaría de inmediato la mejoría que introduce el REA para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), mediante la cual se eleva de RD$25 millones a RD$40 millones, el monto para que las mismas tengan acceso a financiamientos con mejores condiciones financieras, bajo un esquema más simplificado en la categorización de sus riesgos.
Definitivamente, tan pronto sean aprobadas estas tres importantes medidas por la Junta Monetaria, sus efectos tendrán un impacto adicional en la generación de empleos y en un mayor impulso a la producción nacional, que en el mes de agosto ya presentó un punto de inflexión en la recuperación de la demanda interna y el ritmo de crecimiento de la actividad económica.
En ese sentido, conforme a las últimas cifras disponibles sobre el Sector Real, el Indicador Mensual de la Actividad Económica (IMAE) muestra que la economía registró una expansión interanual de 5.1% en el mes de agosto y un crecimiento acumulado enero-agosto de 4.0%.
Las actividades que más contribuyeron al crecimiento acumulado en enero-agosto fueron Hoteles, Bares y Restaurantes (7.5%), Agropecuario (6.4%), Zonas Francas (5.7%), Servicios Financieros (5.5%), Transporte y Almacenamiento (4.7%), Comunicaciones (3.9%), Actividades Inmobiliarias y de Alquiler (3.8%), Comercio (3.3%), Otras Actividades de Servicios (3.0%) y Manufactura local (2.9%).
Cabe precisar que los resultados económicos del mes de septiembre aún no han podido concluirse, ya que como todos ustedes saben, el país fue afectado durante ese mes por los huracanes Irma y María y las intensas lluvias posteriores, impactando notablemente las actividades productivas, así como en el ámbito humano y social. En efecto, la nación estuvo prácticamente paralizada tres días de manera oficial, y algunas industrias y regiones del país duraron hasta seis días para regularizar sus procesos comerciales y productivos, lo cual ha imposibilitado completar la evaluación de las cifras preliminares de septiembre.
Es importante reseñar que el crecimiento económico ha estado acompañado de un ambiente de estabilidad de precios. En ese tenor, la inflación acumulada en enero-septiembre fue de 2.42%, mientras que la variación interanual se ubicó en 3.80%, dentro del rango-meta del Programa Monetario de 4.0% ± 1.0%, y la inflación subyacente, que es la asociada a la política monetaria, en 2.29% al cierre de septiembre.
En cuanto al sector externo, se aprecia un buen desempeño al 30 de septiembre del presente año. Por primera vez desde 2004 se registra un superávit en cuenta corriente de US$312.5 millones, alcanzando los ingresos en divisas más de US$1,000 millones adicionales con relación a igual período del año pasado.
Las exportaciones totales de bienes alcanzaron US$7,614.6 millones (2.9%), y dentro de éstas, las nacionales ascienden a US$3,394.7 millones (3.4%). Los ingresos por turismo fueron de US$5,481.3 millones (7.7%), remesas por un valor de US$4,432.2 millones (13.4%) y la inversión extranjera directa ascendió a US$1,823.5 millones a septiembre del presente año.
Otro resultado notable es que al cierre de septiembre, el Banco Central logró acumular reservas internacionales brutas por US$6,176.3 millones, en un contexto de estabilidad relativa del tipo de cambio, con una depreciación acumulada de apenas 2.2% a esa fecha.
En consonancia con lo anterior, una noticia importante que muestra el fortalecimiento de los fundamentos de la economía y la confianza de los inversionistas internacionales en la República Dominicana, es que el Indicador de Bonos de los Mercados Emergentes (EMBI), utilizado como referencia de riesgo-país, ha estado por debajo del promedio latinoamericano en los últimos 12 meses. Tomando en consideración estos factores, las tres agencias calificadoras más reconocidas, Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, mejoraron la calificación crediticia del país, lo cual redunda en menores costos de financiamiento en los mercados internacionales.
Como bien ha sido reconocido por organismos internacionales, la República Dominicana presenta un Sistema Financiero líquido, rentable y patrimonialmente fortalecido, que muestra robustos indicadores en su desempeño.
Al cierre de septiembre de 2017, conforme datos de la Superintendencia de Bancos, los bancos múltiples, que representan más del 86% del sistema financiero, registraron una solvencia de 16.9%, muy superior al 10% requerido, y una liquidez de 22.8%, indicando que de cada 100 pesos, disponen de casi 23 pesos en recursos líquidos a la vista. Del mismo modo, reportaron una rentabilidad del patrimonio (ROE) de un 16.4%, una rentabilidad sobre los activos (ROA) de un 1.7% y una morosidad de 1.9%.
En ese mismo orden, el total de las entidades de intermediación financiera presenta un índice de solvencia de 18.5%, una rentabilidad del patrimonio (ROE) de un 14.4% y de los activos (ROA) de un 1.7%, con una morosidad de 2.1%, debido entre otros factores, a las dificultades recientes de deudores de los sectores afectados por los fenómenos climáticos.
Luego de estas primicias de la economía dominicana, permítanme mis amigos referirme brevemente a las perspectivas de cierre del año 2017.
Con los resultados de la flexibilización de la política monetaria y de una política fiscal más activa durante el segundo semestre, se estima que la economía dominicana tendría un excelente desempeño en el último trimestre del 2017. En efecto, los pronósticos apuntan a que la economía dominicana se encuentra encaminada a finalizar con un crecimiento en torno a su potencial de 5%, con una inflación dentro del rango-meta establecido en el Programa Monetario de 4.0% ± 1.0%.
En la reciente reunión de otoño del Fondo Monetario Internacional, en la que dicho organismo publicó su informe de octubre sobre las perspectivas de la economía mundial (informe WEO, por sus siglas en inglés), se divulgó un crecimiento para la República Dominicana de 4.8% en 2017 y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronostica un 4.9%, lo que nos situaría en una posición importante de América Latina y El Caribe en términos de buen desempeño. Para el año 2018, el FMI proyecta que el país crecería en 5.8%, lo que nos colocaría como la economía de mayor crecimiento en la región.
Asimismo, gracias al notable comportamiento de los principales sectores generadores de divisas, se estima que al cierre de 2017 la economía dominicana recibiría ingresos por unos US$26,000 millones, es decir unos US$1,600 millones adicionales respecto al 2016. Los ingresos por turismo superarían los US$7,200 millones; las remesas de la diáspora dominicana alcanzarían unos US$5,800 millones, y la inversión extranjera directa cerraría en unos US$2,600 millones.
Con estos resultados favorables del sector externo, el déficit de cuenta corriente se situaría al final de este año en torno al -1% del PIB, el menor en más de una década y muy por debajo de su promedio histórico y de la mayoría de nuestros socios comerciales, al tiempo que las Reservas Internacionales Brutas alcanzarían los 4 meses de importaciones. Estas son noticias verdaderamente alentadoras.
Hasta aquí mis amigos, hemos compartido con ustedes, con la prensa, así como con la comunidad local e internacional, los principales resultados de la economía dominicana y perspectivas de cierre 2017. No obstante, como señalé al principio, pienso que esta ocasión es propicia para describir sucintamente la trayectoria del Banco Central, sus logros institucionales recientes y su visión de cara al futuro.
Sin lugar a dudas, la creación del Ente Emisor en 1947, constituye un hito de gran relevancia en la historia contemporánea nacional. A lo largo de estos 70 años de vida institucional, son muchos los roles asumidos por el Banco Central como ejecutor de las políticas monetaria, financiera y cambiaria.
De ser principalmente un banco emisor de billetes y monedas, asumió en los años sesenta un rol desarrollista a través de la distribución del crédito orientada a sectores estratégicos de la economía, funciones que desaparecen en el año 2002 con la promulgación de la Ley Monetaria y Financiera.
Con este nuevo marco legal, se consagra la estabilidad de precios como la función primigenia del Banco Central, y el adecuado funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. Asimismo, se asumen los principios de libre mercado y convertibilidad de la moneda y se fortalece su autonomía e independencia en el cumplimiento de sus objetivos y en el uso de sus instrumentos de política.
Es preciso reconocer que la Política Monetaria ha alcanzado un nuevo nivel de perfeccionamiento a partir de enero de 2012, cuando la Junta Monetaria aprobó el Esquema de Metas de Inflación, adoptado en más de 30 economías avanzadas y emergentes, como fundamento del compromiso con la estabilidad de precios, a favor de un clima de negocios propicio al consumo y la inversión, como bien lo ha divulgado nuestra campaña institucional conmemorativa del 70 aniversario.
Con esta nueva estrategia mirando hacia adelante, la ejecución de la Política Monetaria se apoya además en una efectiva estrategia comunicacional, a fin mantener informados a los agentes económicos para sus decisiones, a través de ruedas de prensa, comunicados de política monetaria, informes económicos, artículos de opinión y presencia activa en las redes sociales.
En el marco de la política de transparencia que hemos venido impulsando en los últimos años, la página web del Banco Central ha sido reconocida como una de las más completas de Latinoamérica en divulgación de estadísticas macroeconómicas de alta calidad. Precisamente, por la robustez de dicho sistema estadístico y a solicitud de la CEPAL, especialistas del Banco Central han asistido técnicamente en esta materia a países como Costa Rica, Ecuador, Honduras y Paraguay, entre otros, bajo la modalidad de cooperación horizontal.
Otro aspecto de importancia que refleja la modernización del Banco Central, lo constituye nuestro Sistema de Pagos y Liquidación de Valores, el cual exhibe un proceso continuo de fortalecimiento y expansión, colocándonos como uno de los líderes regionales, siendo seleccionado como gestor para la interconexión de pagos de Centroamérica y el Caribe. Un servicio de vanguardia del Sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR), que opera exitosamente en el Banco desde el año 2015, es el de Pagos al Instante, que permite transferir con la banca en línea recursos en pocos minutos.
Con el impulso de los medios tecnológicos y pagos electrónicos han surgido nuevos riesgos, como el de la Ciberseguridad, tema ampliamente abordado en la pasada reunión anual del FMI y el Banco Mundial. En tal sentido, estamos elaborando un Reglamento que permita al sistema financiero gestionar efectivamente la prevención, detección y mitigación de incidentes relacionados con esta materia.
En cuanto a la regulación bancaria, la Junta Monetaria ha aprobado importantes Reglamentos, sobre liquidación voluntaria de entidades financieras; operaciones de reportos y cobertura de riesgos cambiarios (forwards); gestión integral de riesgos, ventas de carteras hipotecarias para Titularización y el nuevo Reglamento de Evaluación de Activos antes citado.
A lo anterior, se suman otras iniciativas importantes, como la expansión de los sub-agentes bancarios, que ha permitido una mayor inclusión y bancarización de los dominicanos de más bajos ingresos, al facilitarse el acceso a los servicios financieros en zonas rurales y marginadas, a través de colmados, farmacias y comercios a lo largo de toda la geografía nacional.
Otros temas claves que ocupan la agenda del Banco Central, son la implementación de políticas macroprudenciales, orientadas a reducir riesgos financieros sistémicos que puedan afectar al sector real de la economía, y la coordinación de competencias de los entes reguladores y supervisores que conforman el Mercado Financiero (banca, valores, seguros y pensiones). Asimismo, culminaremos la revisión de la Ley de Recapitalización del Banco Central, proceso que venimos realizando con el apoyo del Ministro de Hacienda y su equipo.
En pocas palabras, avizoramos un Banco Central del futuro que continuará cumpliendo con eficiencia sus funciones, sin dejar de lado sus huellas indelebles en apoyo al arte y la cultura, a la numismática, al incremento del acervo bibliográfico económico y su compromiso ineludible con la responsabilidad social, a través del trabajo del Voluntariado Bancentraliano, en favor de la protección del medio ambiente y su mano solidaria con los más necesitados.
Entrando en la parte de final de este tradicional discurso, en esta emotiva ocasión del 70 aniversario que hoy celebramos con mucha humildad pero con gran júbilo, quiero compartir con todos ustedes algunas reflexiones finales.
Estamos convencidos de que en el trayecto de estas siete décadas, el aporte de nuestro Banco Central ha sido realmente medular y determinante, en aras del mejor desempeño económico nacional, convirtiéndose en una institución modelo de la sociedad dominicana y en un paradigma de la administración pública.
Hemos avanzado, amigos todos, pero quedan retos por delante. Los desafíos actuales no implican tareas fáciles, pero construir la sociedad que todos aspiramos es posible, si se asume una sinergia pública y privada que enlace las fortalezas con la voluntad de superar juntos los obstáculos, con la mira puesta en lograr el bien común.
Como expresa el Papa Francisco: “Sólo con decisiones valientes y fuertes se realizan los sueños más grandes, esos por los que vale la pena dar la vida”.
En lo que respecta a este servidor público, con la gracia de Dios, el respaldo familiar y el apoyo invaluable de todos ustedes, seguiremos trillando la senda del deber cumplido, poniendo a la disposición del país lo mejor de nuestras capacidades a favor del interés colectivo.
Ya al concluir mis palabras, quiero como siempre compañeros bancentralianos, exhortarlos a que continuemos apostando con esa mística de servicio y compromiso, de fe y optimismo, por un mejor porvenir para todos los dominicanos. Dios les bendiga.
Muchas gracias.