Hablemos de Transparencia
Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
Esta semana continuaremos desarrollando temas relativos a lograr un buen gobierno, y al fortalecimiento de la Gestión Pública, por lo que les hablaré desde mi perspectiva de la Transparencia, el término de la década, se dice y menciona millones de veces en discursos, entrevistas, manifestaciones populares, declaraciones, reclamos ciudadanos, artículos académicos.
Está en boca del periodista, del legislador, del opositor, del ciudadano inconforme, de los candidatos, de los cantantes de música urbana, merengueros, pero también del gobierno, y es que no hay nadie que se quiera quedar afuera del reino de la transparencia. La transparencia es un blanqueador de conciencias. También es un cuchillo moral que amenaza o extermina carreras políticas, e instituciones.
Es un valor aplicado a la conducta humana, no significa otra cosa que permitir que los demás entiendan claramente el mensaje que les estamos proporcionando, y perciban un mensaje que exprese lo que realmente deseamos o sentimos. Es uno de los puntos principales para hacer partícipe a los ciudadanos en este reto que es la innovación de la cosa pública, consiste en ofrecerles confianza, y para ello, una de las mejores herramientas para ofrecer esa confianza, se encuentra en la transparencia.
Un acceso a la información pública de forma sencilla y completa, cómo se manejan los fondos públicos, criterios que han llevado a cabo una decisión… Todo ello hará que el ciudadano confíe en este reto de la innovación, e incluso, pueda llegar a ser un actor más en dicho reto. A su vez, se minimiza la resistencia al cambio, un mecanismo de defensa que tenemos todas las personas por ese «miedo» a lo desconocido. Ser transparente es ser claro, evidente, no expresarse con ambigüedad que permita la interpretación.
¿Pero qué es la transparencia? Les comparto algunos conceptos de especialistas en este tema.
- Byung-Chul Han. “Ningún otro lema domina hoy tanto el discurso público como la transparencia. Esta se reclama de manera efusiva, sobre todo en relación con la libertad de información. La omnipresente exigencia de transparencia, que aumenta hasta convertirla en un fetiche y totalizarla, se remonta a un cambio de paradigma que no puede reducirse al ámbito de la política y de la economía” (La sociedad de la transparencia).
- Paulo C. De León. “La palabra Transparencia es usada frecuentemente y muchas veces es pieza fundamental de todo nuevo Plan de Gobierno Público o Privado. Algunos autores creen que ha cobrado un carácter cuasi-religioso en el debate de gobernanza y diseño institucional. No obstante, la evidencia muestra que la transparencia es más invocada y menos puesta en práctica”. (Hacia un Concepto de Transparencia: Orígenes e Importancia).
- Betzaida García Silva. “Transparencia significa que las razones de toda decisión gubernamental y administrativa, así como los costos y recursos comprometidos en la aplicación de esa decisión, son accesibles, claros y se comunican al público en general” (Instituciones y servidores públicos responsables: Transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública).
A partir de esto podemos indicar que la transparencia y el buen gobierno son dos de los principios fundamentales sobre los que debe girar la gestión pública. El derecho de los ciudadanos a conocer las normas que se promulgan y las decisiones que toman sus gobernantes, la necesidad de que los gestores públicos actúen conforme a códigos de ética, y buen gobierno, la importancia de que las personas tengan la información necesaria para participar en la toma de decisiones así como aquella que requieran y que no entre en conflicto con otros derechos fundamentales, son algunos de los motivos que hacen imprescindible el ejercicio de la transparencia en el ámbito público. Asimismo, otros valores como la integridad, la imparcialidad, la eficacia, la eficiencia o la responsabilidad se convierten en exigibles en toda actuación.
Pero para el desarrollo de la transparencia gubernamental se debe de avanzar en la implementación de medidas de políticas en tres niveles de transparencia , un primer nivel , en la que el énfasis está en conocer la acción del gobierno; un segundo nivel que se relaciona al uso de la información por los ciudadanos para resolver problemas públicos y para una toma de decisiones más informada; y el tercer nivel que se dará cuando existan plataformas para la generación e intercambio de información entre el gobierno y los ciudadanos, y en la que existen mecanismos para la participación y colaboración entre diseñadores de políticas públicas y los beneficiarios de dichas políticas. Y es precisamente hacia el fortalecimiento de esas políticas de transparencia de segundo y tercer nivel, y no tanto en el derecho de acceso a la información hacia donde deben enfocarse las próximas reformas del Estado Dominicano para poder obtener de la apertura de la información pública la transparencia en el gobierno, la participación ciudadana y la rendición de cuentas que queremos todos los ciudadanos, y esto lo conseguimos implementando el Open Government, o Gobierno Abierto, que es aquel que promueve el acceso a la información, la colaboración y la participación de la ciudadanía contribuyendo: A mejorar la gestión pública, a la transparencia y, al incremento de la confianza de la sociedad en la Administración Pública, y del cual hablaremos en una próxima entrega.