Día Mundial de la Diabetes 2017: «Mujeres y Diabetes», el tema del año
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre.
Sur América.- Qué tecnologías existen para controlar la diabetes hoy y su futuro?
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, “las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), entre las que se encuentran la diabetes, padecimientos cardiovasculares, cáncer y problemas pulmonares crónicos, son la principal causa de muerte a nivel mundial, ocasionando alrededor de 36 de los 57 millones de fallecidos en 2008”. Asimismo, para el 2030, “se prevé que las ECNT superarán a las enfermedades transmisibles, maternas, perinatales y nutricionales como principal causa de defunción”. Con lo cual, todo avance medicinal y tecnológico que aporte a esta causa, será de gran ayuda para la salud de toda la población.
En la actualidad, las personas que conviven con diabetes deben medir su nivel de azúcar varias veces al día, aplicarse insulina o tomar medicación, cumplir con una dieta específica, realizar actividad física y hacerse exámenes regularmente. Aún no se ha encontrado una cura para la enfermedad, pero sí existen grandes avances tecnológicos en cuanto a su control. La ciencia y las empresas trabajan para mejorar la calidad de vida de estas personas ayudándolos en los procesos de registro y tratamiento, buscando prevenir futuras nuevas dolencias.
Aproximándose el Día Internacional de la Diabetes, que se conmemora este martes, difundimos un listado de las distintas tecnologías disponibles actualmente para controlar esta enfermedad y futuros desarrollos. Cabe recordar que, según cada caso, es el médico quien debe determinar cuál es el tratamiento indicado para cada paciente.
Lapicera de insulina. Es un modo práctico para administrar y aplicar insulina, disponible desde la década del ‘80. Tiene la forma de un bolígrafo con una aguja fina y corta, más la medicación incorporada.
Existen lapiceras con insulina recargable o con dosis ya precargadas. Sus usuarios regulan en cada aplicación la cantidad necesaria de medicamento según sus valores de glucosa en sangre, lo que comerán, la actividad física a realizar, entre otros factores. Es un elemento cómodo de transportar y utilizar. Hay con insulina de absorción rápida o lenta y sus diseños difieren según modelo y marca.
Medidor de glucosa. El glucómetro o medidor de glucosa se utiliza para medir la cantidad de azúcar en sangre. Con una sola gota (obtenida mediante un pequeño pinchazo en la yema del dedo, realizado con un sistema simple de punción) se puede saber, instantáneamente, si los niveles de glucosa están dentro del rango esperado.
La información de las mediciones queda guardada en el glucómetro, pudiéndose acceder a ella cuando se desee. Pero, en la actualidad, ya existen diferentes tipos de medidores con grandes avances en la visualización de los datos. Algunos se conectan de forma inalámbrica, mediante Bluetooth, con aplicaciones móviles que registran los datos a lo largo del tiempo, pudiendo analizarlos fácilmente, teniendo en cuenta otros registros (como ser la cantidad de actividad física, dosis de insulina aplicada o alimentación).
Medidor continuo de glucosa. Son aparatos que miden la glucosa de forma continua cada 5 minutos. Tienen un sensor con un filamento flexible que se inserta debajo de la piel y un transmisor que envía la señal a un dispositivo (del tamaño de un celular) que procesa la información. Estos duran hasta 14 días según el modelo. Algunos están integrados con aplicaciones móviles, pudiendo programar alertas cuando se registran valores no deseados. También están conectados a plataformas web, dejando visualizar los datos a otras personas, como familiares o médicos. Por otro lado, existen relojes inteligentes que reciben la información de los medidores continuos de azúcar y registran los datos en la historia clínica del usuario.
Parches medidores de glucosa. Es un sensor pequeño (del tamaño de una moneda) que se coloca en el brazo y, mediante un filamento que se pone debajo de la piel, mide el nivel de glucosa en sangre. El filamento se mantiene en el lugar a través de un parche adhesivo; el usuario puede hacer su vida normal, como realizar deportes o bañarse, sin riesgo de que se salga. El parche dura 14 días. Esta tecnología está acompañada de un lector que, al acercarse, escanea los niveles de azúcar y permite analizarlos a lo largo del tiempo.
Bomba de insulina. Son dispositivos que simulan la función del páncreas y suministran insulina al organismo las 24 horas del día. El aparato no decide solo la cantidad de medicación a administrar; está programada por el médico y/o el paciente teniendo en cuenta sus niveles de glucosa, ingestas de comida y actividad física.
Apps de control para celulares. Estos desarrollos permiten recolectar y controlar los datos diarios de la diabetes. Algunas son compatibles con otras aplicaciones y cruzan la información de glucosa con otras variables (como, por ejemplo, la actividad física realizada en el día) sugiriendo, en base a ello, qué comer. También tienen recordatorios sobre el tratamiento para no olvidarse de tomar la medicación, aplicarse insulina, realizar la rutina de ejercicios o asistir a la cita con el médico. Por otro lado, existen plataformas web de control de diabetes que no necesitan ser instaladas. El médico o familiar pueden acceder a ella de forma remota, facilitando el seguimiento del paciente.
Avances en puerta
Existen algunas tecnologías que aún están en desarrollo y habrá que esperar si, finalmente, se concretan para su libre uso. Aquí mencionamos algunas:
– Lentes de contacto que controlan los niveles de glucosa en forma constante, a través de la lágrima; por medio de luces LED indicarían si están altos o bajos. Google X y Novartis son dos de las empresas que trabajan en este desarrollo.
– Pulsera que provoca y recoge sudor, de manera no invasiva, mide la composición molecular y envía los datos de forma electrónica para su análisis y posterior diagnóstico. Este dispositivo podría detectar patologías como diabetes, prediabetes o fibrosis quística. Este desarrollo está impulsado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EEUU).
– Sensor de pie diabético creado para ayudar a los pacientes a monitorear su salud plantar diariamente y prevenir úlceras de pie. El dispositivo trabaja con la temperatura del pie y carga la información en una base de datos personalizada donde es analizada. Es un desarrollo de la empresa tecnológica MP3 Salud.
– SmartWatch que mediría el nivel de glucosa en sangre. La empresa Apple trabaja en este desarrollo; el reloj, a través de una determinada onda, podría definir la concentración de azúcar en sangre en tiempo real y de un modo no invasivo.
– Parche inteligente fabricado con grafeno, flexible y liviano. Mediría la glucosa a partir del sudor y sería capaz de administrar la medicación a través de microagujas. Podría ser utilizado varias veces y transmitiría los datos al celular que, a la vez, le brinda la energía para funcionar. Es una tecnología desarrollada por investigadores surcoreanos y estadounidenses.
– Páncreas artificial 100% automático que mediría los niveles de azúcar y brindaría la cantidad de insulina necesaria. El dispositivo consta de un monitor de glucosa y una bomba de insulina subcutáneos que, a través de un algoritmo de control (basado en la dinámica insulina-glucosa del organismo), indica la cantidad de medicamento que necesita el paciente. El desarrollo funciona gracias a un software instalado en el celular que procesa la información y, además, almacena los datos para su control profesional. El proyecto fue creado, inicialmente, por científicos argentinos del ITBA (Instituto Tecnológico de Buenos Aires) y luego recibieron colaboración de: Hospital Italiano, Universidad Nacional de La Plata, Universidad Nacional de Quilmes (Argentina) y Universidad de Virginia (Estados Unidos).
Contra la diabetes, dieta saludabe y ejercicio
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).
Desde 1980 el número de personas con diabetes en el mundo casi se ha cuadruplicado. Según las estimaciones, 422 millones de adultos padecían diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980. Al mismo tiempo, la prevalencia de la diabetes —proporción de personas que sufren una enfermedad con respecto al total de la población en estudio— se ha prácticamente duplicado, al pasar del 4,7% al 8,5% de los adultos. Esa prevalencia ha aumentado más deprisa en los países de bajos y medianos ingresos.
Por otro lado, cálculos recientes revelan que, en los países latinoamericanos y del Caribe las tasas más elevadas de prevalencia de la diabetes corresponden a Belice (12,4%) y México (10,7%). Managua, Ciudad de Guatemala y Bogotá mantienen tasas de alrededor del 8 al 10%. Estados Unidos representa una prevalencia de alrededor del 9,3%, llegando a prácticamente el 16%, en la frontera mexicoestadounidense.
Todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. Además, provoca el aumento de factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad. En 2012, la diabetes fue la causa directa de 1,5 millones de muertes en todo el mundo.
Gran parte de los casos y sus complicaciones podrían prevenirse manteniendo una dieta saludable, una actividad física regular y un peso corporal normal y evitando el consumo de tabaco.
Al declarar el Día Mundial de la Diabetes, las Naciones Unidas alentaron a los Estados Miembros a que elaboren políticas nacionales sobre la prevención, el tratamiento y la atención de la diabetes que estén en consonancia con el Objetivo de Salud y Bienestar de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el que se quiere garantizar una vida sana para todos en todas las edades.
La agencia de las Naciones Unidas encargada de coordinar el logro del citado Objetivo, así como velar por la salud pública en todo el mundo, es la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Ginebra. En las Américas, la agencia especializada en salud pública es la OPS, la Organización Panamericana de la Salud, que es la agencia especializada en salud del Sistema Interamericano y sirve como la oficina regional para las Américas de la OMS.
Fuente: losandes.com.ar vía Bukeala (www.bukeala.com)
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