El silencio también comunica

ViBa La Comunicación

Vilma Batista

Cuando hablamos de comunicar usualmente asumimos que establecer el diálogo para dar o recibir respuestas es la dinámica natural para una comunicación efectiva.

Nos centramos en los registros hablados o escritos que evidencien la conversación como recurso para validarnos, auditar los avances y hacer ajustes.

Personal y profesionalmente creo que uno de los recursos más preciados y menos utilizados en comunicación es el silencio.

Administrar el silencio es una habilidad que pocos poseen y muchos se resisten a desarrollar.

El silencio es una herramienta de comunicación de alto impacto cuando se utiliza correctamente, ya sea para dar espacio a la reflexión o agregar peso específico a una declaración.

Ya sea breve o prolongado, dejar espacio para asentar una proposición en nuestro interlocutor, siempre aporta.

Contrario a la tendencia actual que asume que todo se debe decir o responder con igual o mayor impacto, es la repuesta acertiva la que permitirá el entendimiento.

Es por esto que muchas veces el silencio se interpreta como una falta y hasta se le atribuye cierto grado de desprecio hacia la cuestión, por lo que puede confundirse con desidia asimismo falta de respeto, seriedad o profesionalidad.

Escuchar en silencio se hace potente cuando el tu a tu lo acompañamos con un lenguaje corporal adecuado, dando señales que expresen que estamos en modo de escucha activa siguiendo al mensaje que nos están exponiendo.

Empero como personas o empresas no debemos abusar del uso del silencio ya que no aplica para todo ni siempre funje como sustituto a dar respuesta concreta sobre una situación.

Se ha convertido en emblemática la actitud comunicacional reservada con que se maneja el Lic. Danilo Medina Sánchez, máximo representante de la Presidencia de la República, que contrasta con líderes políticos y presidentes anteriores cuyo estilos de comunicación pasaban desde lo elocuente a lo estridente.

Los silencios de Medina han sido debidamente complementados con una plataforma comunicacional del más alto nivel, donde cada ministro de confianza hace su parte para dejar espacio despejado alrededor del mandatario.

Algunos podrían atribuir esta estrategia como necesaria para llevar al mínimo las exposiciones oficiales y extraoficiales de Medina y así reducir los riesgos propios a su condición.

Si analizamos el posicionamiento que ha mantenido la figura del presidente a 5 años de 2 mandatos, sin duda debemos dar crédito a que el cuidado de su imágen tambien ha conllevado silencios que lo dicen todo.