¿Y tú que aportas a tu empresa?
PsicoIdeas
Ana Patricia Sánchez del Castillo
Las empresas e instituciones contratan personas para que formen parte de sus recursos humanos, y la organización obtenga mejor calidad en sus servicios, productos, aumentar sus ganancias o ahorrar dinero.
Desde el gerente para la toma de decisiones, la recepcionista que transmite los mensajes y la primera impresión a los clientes, como al empleado de línea u obrero que mantiene la estructura de la organización segura, para llevar a cabo los negocios de la organización, todos son contratados y se les remunera para contribuir al éxito común de la misma. Las empresas e instituciones necesitan empleados comprometidos para crecer.
Existen algunos indicadores y comportamiento que las organizaciones valoran y esperan de sus colaboradores, independientemente de del puesto que ocupen.
Los empleadores valoran una actitud positiva, ya que la misma influye en la relación con los compañeros, clientes, supervisores, en la manera de realizar las tareas requeridas, y el grado de satisfacción que le brinda su empleo.
A la hora de firmar un contrato laboral, la empresa asume un compromiso de salario, beneficios, y responsabilidad con el empleado, de la misma forma el colaborador, tiene compromisos con la empresa o institución que le contrate, a lo que llamamos compromiso laboral, de serle leal, mostrar confiabilidad, iniciativa, ya que siempre existirán oportunidades de dar un poco más, aprender de manera continua los nuevos procesos, y cooperación cuando sea requerida.
Los colaboradores, aportan su conocimiento, tiempo, y asistencia a las actividades significativas de la organización, ayudando a proyectar una buena imagen de su empresa, con sus acciones y comportamiento, es importante resaltar que todos los colaboradores aun cuando no están laborando dentro de la empresa, cuando estén en sus horarios libre serán identificados fuera de estas, por lo que deben de mantener buen comportamiento.
Deben ser parte viva de la cultura organizacional, identificarse con la organización, tener el sentido de pertenencia, y siempre estar cuando la misma los necesite en apoyo social, moral, ser portadores de sus valores, y políticas.
Existen muchos más indicadores, y actitudes que podrían añadirse a esta lista básica, como el respeto, y honradez, todos son importantes, si nos fijamos todos están basados en la actitud.
Una actitud positiva, diligente, comprometida, es la base sobre la que debemos edificar nuestra carrera profesional.
¡Cuando estamos comprometidos es cuando las cosas salen mejor, dar la milla extra siempre será una opción!
Ana Patricia Sánchez del Castillo
Psicóloga Industrial
MA Gerencia de Recursos Humanos