Año nuevo, vida nueva

Pienso y Luego Escribo

Iranna Flaviá Luciano

Hace poco sostuve una conversación con compañeros de trabajo en donde se referían al tiempo.

Unos decían que el tiempo era malo porque todo lo borraba, todo quedaba en cero, que hasta el dolor más grande se iba, en fin una ley inquebrantable.

Yo intervine y dije, que no hay nada mejor que el, puesto que todo aquel que vive del ayer, vive amargado, se olvida del resto, y no vive el presente, que es lo más maravilloso que un ser humano puede vivir.

Estamos en un tiempo bueno de cierre de un ciclo, que es un momento muy poderoso para trazarse metas, propósitos firmes y poner el tablero en cero.

Cuando ponemos el tablero en cero nos damos la oportunidad de comenzar de nuevo, sin conocimiento de causa, valientes, y creídos en que el futuro deparará algo siempre mejor que el año anterior.

Hay que rebozarse de una sobredosis de positivismo, pero por qué? Porque en la vida así son las cosas.

Hay que esperar siempre que lo que está por venir siempre será mejor, porque es bueno para el alma y para el espíritu.

Necesitamos llenar nuestro interior, dejar los miedos, lanzarnos a conseguir nuevas aptitudes.

Hablando con otra amiga de otro tema me decía que quien no se adapta perece, pero que frase que me pareció más acertada, porque no es una adaptación porque no queda nada más ni porque somos cobardes.

Sino conociendo el terreno, la estrategia, siendo más inteligentes, más observadores, prestando más oídos y siendo perseverantes.

Hay una forma de ser que he aprendido de mi hijo con solo 8 años, es un guerrero, un valiente, un gigante, si hay alguien que consigue lo que quiere ese es Fernando Gabriel, y no se da por vencido.

Sabe como lograr aquello que persigue, sin desmayar, y esa es la actitud para el nuevo año, darse un baño de todo lo nuevo que queremos lograr sin titubear.

Pienso y luego escribo: Año nuevo, vida nueva, nueva consigna, nueva forma de ser, por qué? Porque así es como debe ser.