El Nuevo año: los retos del Apocalipsis
La Cuartilla
Néstor Medrano
Un nuevo año inicia. Ha culminado el 2017 y con él hay que dejar cosas atrás, resolver otras y tratar de enmendar aspectos que son vitales y que deben propugnar por conducirnos si no al camino de la felicidad, por lo menos aproximarnos. La tendencia de la sociedad global actual es exacerbar los retos y problemas que gravitan en aspectos cotidianos en las vidas de las personas, así como en los diversos temas de la agenda que imponen los llamados países desarrollados.
Las estrategias en la geopolítica son cada vez más arbitrarias y serán más ríspidas y hostiles en el Medio Oriente y en nuestro occidente con las constantes aventuras hijas de la expresividad de un presidente Donald Trump, con renovados ímpetus por la violencia verbal, el intercambio de amenazas con el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un y ese enfermizo juego de poder que hoy da vuelta al mundo, mientras ambos proclaman que son los dueños de los botoncitos de bombas nucleares.
Este año nos trae también la complicada maraña de secuelas del terrorismo que en el 2017 causó estragos exorbitantes y muertes violentas en naciones con un tejido sensible y neurálgico como Estados Unidos y España. Esto, sin mencionar lo que se vive en términos duros en Israel y otros países permanentemente en el ojo del huracán.
En nuestro entorno más cercano tenemos la situación todavía encarnecida de Venezuela. Una crisis desesperante en términos políticos y de mayor gravedad en los estamentos de la población más pobre, que hoy es víctima brutal de las cornadas del hambre y la subsistencia en condiciones degradantes que hoy la comunidad internacional observa con gran preocupación.
En República Dominicana hay un diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro. Lo que el mundo espera es que ese diálogo arroje los primeros rayos de luz para que esa nación retorne al carril de la estabilidad sociopolítica.
Apenas inicia el año y los retos son absorbentes. Los ojos del mundo y sus esfuerzos deben mirar, de igual modo hacia los daños terribles que provoca el cambio climático, lo que desde ya preconiza visos apocalípticos que cambiará de raíz la vida del planeta…y sus habitantes.
El autor es escritor y periodista