La Forma del Agua: La Historia de amor más bella
Pienso y Luego Escribo
Iranna Flaviá Luciano
Puedo decir que soy cinéfila, uno de mis pasatiempos favoritos es y me imagino que por mucho tiempo será el séptimo arte.
Se preguntarán cómo es que elijo tal o cuál película, y creo que es lo más fácil y lo más difícil, aquellas que tengan un buen título, que el tráiler sea de amor o drama, y que apunte a ser un gran filme.
Me gustan las películas que me atrapan desde los primeros minutos en que las veo, pero más bien, adoro las historias hermosas.
Mi esposo lo había escuchado hablar de Guillermo del Toro, y de su muy afamada película la Forma del Agua, aunque no había llegado al país, en su periódico digital siempre le daba espacio para alguna información de la misma.
Llegó el fin de semana, y siempre que me pregunta qué quiero hacer, nunca dudo en decir que ir al cine, aunque tengo que reconocer que si no encuentro una buena historia mejor ni voy.
El fin de semana pasado habían dos películas que llamaban mi atención que recién se habían estrenado, la dominicana Veneno y la Forma del Agua.
A la hora de decidirme puesto que las dos eran a la misma hora, tuve que decir mis razones, él estaba más convencido por Veneno y yo por la Forma del Agua, solo me quedó decir sin rehusar a mi personalidad que prefiero ver una historia de amor que una pelea.
Fine Arts de Novo Centro es un cine muy cultural, solo hay que ver las películas con las que cuenta su cartelera y se convencerán.
Ya comenzada la película un aire de curiosidad me atrapó desde el primer instante, y cada parte es emocionante.
Sólo me decía: Cómo una película de ciencia ficción podía escalar tan alto? Y tuve que comprobarlo por mí misma.
Es cierto, es una bestia, un monstruo de la laguna verde como decimos, pieza de laboratorio, venerado en sus aguas, pero encadenado para ser analizado.
Aparece una personal de limpieza en las instalaciones de alta seguridad del gobierno muda, con rutinas de su diario vivir muy establecidas, capaz de interesarse por el más allá de lo que todos pudiéramos llamar bestia.
Pudo descubrir que el monstruo gustaba de lo que ella gustaba-huevos hervidos, que amaba la música, y que era capaz de mostrar sus sentimientos.
Conectarse con el a un nivel tan emocional, que la sola idea de separarse le destrozaba el alma.
El ego humano lo maltrataba, y solo ella mostraba compasión, hasta sacarlo de ese mundo de experimento, y llevarlo a su vida infinita.
Qué podría decir de esta película? Que veo en ella mucha belleza, conexión entre las almas, no importa de qué se trate, correlación, pero sobre todo que el amor es capaz de descubrirse en el lugar menos esperado.
Qué forma tiene el agua? Diría que todas y ninguna. Se adapta a todos los envases y superficies, pero a ninguna en específico. Tan adaptable, tan perfecta, que parece imperecedera.
Pienso y Luego Escribo: Pienso al ver esta película qué es el amor? Y puedo decir que como la Forma del Agua, se encuentra en el lugar menos esperado, logra conectarse y entenderte al nivel más interior, navega hacia las profundidades, danza de alegría y es eterno.
A todas las románticas empedernidas como yo las invito a ver La Forma del Agua, no se arrepentirán!