El por qué es necesario empoderar económicamente a la mujer
Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
Esta semana en desde mi perspectiva, y al ser hoy jueves 8 de marzo el día internacional de la mujer, quiero que hablemos de los desafíos actuales que tenemos para una verdadera inclusión de género en nuestro país, y para esto quiero que hablemos con datos, según las estimaciones de población de la Oficina Nacional de Estadísticas en el 2017 el país cuenta con 5, 086,296 mujeres, cifra que supera a los 5, 082,876 hombres. Además, según los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-2015) en el país las mujeres representan el 59.6% de la población de 15 años o más que ha cursado alguna carrera universitaria, mientras que los hombres el 40.4%, lo que demuestra que la presencia femenina supera a la masculina en estudios superiores. “De la población de 15 años y más que logra realizar una especialización, el 63.6% son mujeres, mientras que el 36.4% son hombres, reafirmando el empoderamiento de mujer dominicana y la feminización de la educación superior en el país’’.
Otra de las conquistas de la mujer dominicana es la reducción de la brecha digital entre hombres y mujeres, pues según el informe Panorama Estadístico 85, que produce la ONE, la primera brecha, que se refiere al acceso y la conexión a Internet, se ha visto considerablemente reducida en términos de género, al posicionarse en -0.2 para el uso de computadoras, en un -0.9 para el uso de internet, y sin brecha en el uso de teléfonos móviles.
Estos datos solo nos indican que es necesario seguir trabajando por el principio de igualdad entre hombres y mujeres, pues, a pesar de que el porcentaje de mujeres con nivel educativo superior es mayor al de los hombres, la tasa de empleo de las féminas con educación universitaria es inferior a la de los hombres con igual nivel académico, ya que según datos de la ENHOGAR 2015, la tasa de ocupación de éstos es de un 81.3% y la de las mujeres, de un 66.3%.
Con estos datos, y otros más podemos hablar de establecer medidas que permitan mejorar el empoderamiento económico de la mujer, y es que está demostrado que si queremos lograr economías más fuertes, lograr los objetivos de desarrollo sostenible acordados internacionalmente, y mejorar la calidad de vida de las mujeres, las familias, y las comunidades debemos de empoderarlas, y fomentar su desarrollo y plena participación en la política, economía, cultura, negocios, en fin en todas las áreas de desarrollo. Y es que la equidad, es un factor de liderazgo empresarial, político, y de competitividad a nivel global, y para República Dominicana, es un hecho incuestionable que es un reto que demos ese paso a una mayor inclusión de género en las organizaciones tanto públicas como privadas, por lo que es necesario que pasen del Compromiso a la Acción, y adopten medidas y políticas decisivas, visibles, cuantificables, y medibles, por lo que no podemos medir no podemos mejorar, y si ya contamos con datos fuertes sobre el comportamiento de las estadísticas de Genero, porque entonces no pasamos a una acción de la emisión de más políticas públicas con perspectiva de género.
El desafío actual para nuestro país, donde incluyo el Gobierno, Sector Privado, actores principales como son el Ministerio de la Mujer, La Procuraduría, El Ministerio de Educación, e incluso aunque muchos no lo visualicen el Ministerio de Hacienda es trabajar de manera coordinada en reducir la desigualdad en todas sus expresiones, empoderando a las mujeres para que sean partícipes de su propio desarrollo, y el de sus comunidades, y de esta manera contribuir a potenciar al máximo sus capacidades, talentos y energía. El compromiso político, es sin duda un factor fundamental para lograrlo, y que se pueda alcanzar políticas inclusivas que responda a las necesidades específicas de las mujeres y las niñas, a través de una adecuada inversión social y sistemas de protección social; y es que el progreso de las mujeres es el progreso de todos. Dar prioridad a las mujeres no es una opción. Es una necesidad. Invertir en las mujeres, además de que es un asunto de derechos, es también una expresión de buen sentido económico.
A mis amigas, y todas las mujeres que leen mi columna, solo puedo decirles que no podemos caminar como víctimas, con la idea de que todo es más difícil para nosotras o que los hombres tienen ventajas. Esa actitud es perdedora. Las mujeres debemos darnos cuenta de que podemos hacer lo que queremos, cuando queremos y donde queremos, siempre que nos organicemos bien, tengamos claras las metas y cumplamos disciplinadamente los pasos para conseguirlas. Pero para esto también debemos de ir de la mano de los hombres, los cuales serán nuestros grandes aliados en esta lucha. Hasta una próxima entrega.