Enorme fuerza envolvente de Benicio del Toro, en Sicario 2
Como espectáculo de cine de drama y acción, El Día del Soldado cumple a plenitud evasivo fin del espectador que no pide más que eso…pero el final del corredor, apacienta el propósito comercial de cambiar sangre y violencia por boletas vendidas.
José Rafael Sosa
Especial para AplatanaoNews.com
Cuando vimos Sicario (Denis Villeneuve,2015) en el Festival 68 Cannes este estreno, fuera de competencia y con claros signos de puro mercadeo internacional, con la fuerza interpretativa de una Emily Blunt y la pareja de, Benicio Del Toro, Josh Brolin, sentimos una producción de enorme fuerza envolvente, apoyado en un matiz claramente comercial.
Sicario tenía de todo: perfección de sus recursos técnicos y en especial la concepción de sus planos contrapicados, la excelente fotografía y ese rastro grave de una música que unida al resto de su universo sonoro, hacían clara conciencia de que eran un proyecto bien hecho y comercialmente efectivo.
Era una película adherente, que no permitía salir un segundo a nada de la sala, de una atmosfera mórbida, trágica y cruel, con un rejuego con la muerte y la explotación de las condiciones sociales de una zona tan surcada por la tragedia como la frontera México-norteamericana
La segunda entrega que nos ha llegado, El día del Soldado -Sicario 2- (Stefano Sollima), con guion de Taylor Sheridan, (quien repite ese rol), música de Hidur Guonadorrir y fotografía de Darlu Wolski , sigue el marco cinematográfico establecido: tomas desde la altura, que fascinan la percepción, la música, una especie de “parte dos” de la entrega predecesora, pero sin la majestad de lo que fue antes.
Como espectáculo de cine de drama y acción, El Día del Soldado cumple a plenitud evasivo fin del espectador que no pide más que eso…pero el final del corredor, apacienta el propósito comercial de cambiar sangre y violencia por boletas vendidas.
Benicio el Toro y Josh Brolin obedecen sus líneas y sobresalen en las escenas de acción extrema, pero nos dejan el mal saber de saber que en fondo es un ejercicio de la pornografía de la violencia, tan glorificada y tan penetrante, gracias a la fuerza del cine sobre las mentalidades del consumidor promedio del cine.
El discurso sobre mensaje preterido de que la violencia no se combate o extingue con más violencia, es una excusa. Estamos en un festival cuasi morboso de sangre y sin sentido, con la patente de corso de un mensaje pacifista y socialmente admitible.
El resultado es una suma de nombres estelares, una actuación reveladora, la de Isabela Moner, cantante y actriz nacida en Ohio, de origen mexicano, que nos resulta autentica, intensa y efectiva.
Como su anterior entrega, Sicario 2 (El Día del Soldado) es una oferta casi obligada para quienes gustan de la acción, pero ello no nos impide advertir su objetivo final: vender violencia y modelar comportamientos. Esa es la gran pena.
Nada de cuando se diga ahora, cambiara para nada la decisión de formar filas frente al cine para verla. Pero alguien debe advertirlo. Luego nos quejamos de la violencia real que nos quita el sueño y nos impide saluda a quien va al lado.
FICHA TÉCNICA:
Director: Stefano Sollima
Año: 2018
País: EU e Italia
Guión: Taylor Sheridan.
Producción: Basil Iwanyk, Edward I. McDonnell, Black Label
Fotografía: Dariusz Wolski.
Montaje: Matthew Newman.
Música: Hildur Guðnadóttir.
Director de Arte: Kevin Kavanaugh.
Intérpretes: Benicio del Toro (Alejandro), Josh Brolin (Matt), Matthew Modine (James), Catherine Keener (Cynthia), Isabela Moner (Isabel), Jeffrey Donovan, Christopher Heyerdahl, Manuel García-Rulfo, Bruno Bichir.
SINOPSIS
A medida que han comenzado a traficar con terroristas, la guerra contra los cárteles de la droga se ha intensificado en la frontera entre EE.UU. y México. Para hacer frente a este conflicto armado, el agente federal Matt Graver vuelve a hacer equipo con Alejandro Gillick, un hombre que no teme luchar contra los criminales más terribles.