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Licencia de paternidad
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
A propósito de que el último domingo de julio celebramos el Día de los Padres, dedicamos nuestra columna a crear conciencia de la necesidad que tenemos como nación de la participación activa de los padres en la formación de sus descendientes, de dedicar tiempo suficiente para acompañarlos desde su nacimiento, previsto en nuestra legislación como Licencia de Paternidad.
Celebramos que actualmente existe una tendencia mundial en lograr una mayor participación de los papás en torno a los cuidados de los nuevos miembros de la familia, pero lo cierto es que nuestro país figura entre los que menos concede este tipo de beneficio, esencial para en una formación sana y segura.
Bien sabemos que carecemos de un manual para ser la mamá o el papá perfecto, pero dedicar tiempo con entrega y amor al cuidado de un hijo o hija, no sólo crea un vínculo de corresponsabilidad necesario en estos tiempos, sino lazos de conexión y complicidad que se construyen día a día y fortalecen la unión familiar.
En la República Dominicana, como país signatario a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la licencia por maternidad se extendió de 12 a 14 semanas el pasado año, pero según el artículo 54 del Código de Trabajo los padres sólo cuentan con dos días de disfrute salarial cuando nace un nuevo miembro de la familia.
De esta manera es obvio que se centra toda la responsabilidad del cuidado del bebé sólo en las madres, lo que está muy lejos de contribuir a una sociedad justa e igualitaria en derechos a la que aspiramos y como se aplica en los países más desarrollados.
En países con políticas sociales que fomentan la igualdad entre hombres y mujeres como es el caso de Noruega, a los papás se les otorga un permiso de 112 días. En Suecia la pareja cuenta con 16 meses compartidos para criar a sus hijos e hijas.
En Alemania los progenitores cuentan con 14 meses a distribuir entre ellos y muchos optan por asumir la licencia juntos el primer mes y luego distribuirse los demás, en tanto que en España, desde el pasado 5 de julio, se amplió de 4 a 5 semanas la licencia de paternidad y aspiran a seguir ampliando el período hasta llegar a las 16 semanas para el año 2024, según un proyecto de ley que han presentado en el Congreso el pasado mes de junio.
Dos meses es el permiso de paternidad, equivalentes a 8 semanas, previsto en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), período no del todo bien aceptado, aunque la tendencia va en aumento.
En el caso de Francia se les ofrece siete meses, siendo sólo remunerada las primeras dos semanas, por lo que se considera que sólo un 4 por ciento de los padres lo asumen y en México y Chile los padres tienen derecho a una semana de licencia remunerada, en Italia sólo a un día libre y en Canadá no existe.
La diferencia abismal que nos separa de las experiencias antes enunciadas nos obligan a pensar en el tema y si cierto es que, debemos entender que nuestras condiciones económicas y de desarrollo no nos permitirán reclamar una licencia de meses para los padres, también reflexionamos ¿Qué puede hacer un papá con tan sólo dos días de licencia?
Abogar por la extensión de la licencia de paternidad contribuiría a erradicar la discriminación laboral de las mujeres y a fortalecer los lazos de unión y sano desarrollo de los niños y niñas, de la pareja y el bienestar general de las familias, como núcleo vital de toda sociedad.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.