Salvemos las dos vidas

Rincón Digital
Leonor Asilis

«La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño inocente que muere a manos de su propia madre».
Santa Madre Teresa de Calcuta.

Para nadie es un secreto el ver la mega tendencia que pretende arrastrar a América Latina llamado el Continente de la Esperanza por San Juan Pablo II a despenalizar el aborto, para abrir de par en par la cultura de la muerte desde los más débiles, los más pobres, los que no se pueden defender.

Esta es la razón por la que no solo los cristianos, cuyo mandato divino es bien claro cuando Dios en sus 10 mandamientos es contundente: No mataras! no es que si hay x o y circunstancia, es radical, no mataras. Pero también es la razón de los que tienen una conciencia humana aún se profesen ateos, porque saben bien que al hacerlo eliminan a un homólogo en la aventura de la vida que también tiene derecho a vivir.

Es preciso alertar a nuestros legisladores de la gravedad que implicaría el negar la vida a estos seres humanos que desde el vientre de sus madres no tienen voz pero si tienen espíritu y un llamado a la existencia. Esta es la razón por la cual la Comisión Nacional de la Pastoral de la Vida nos convoca a todos a asistir al Congreso Nacional el domingo 9 de septiembre a las 4 pm para dar testimonio que creemos que si  hay vida en dichos vientres, y la vida hay que respetarla.

Me hago eco de unos hermanos latinoamericanos que nos han precedido en esta lucha para proteger las dos vidas. Recordemos que

#LatinoamericaXLas2Vidas nació en Chile y es una adhesión al movimiento “Ola Celeste” creado en Argentina y que se caracteriza por el uso de pañuelos celestes con el lema “Salvemos las 2 Vidas”.

No estamos solos. Latinoamérica con nosotros. También en República Dominicana nos identificamos con su llamado e igualmente

nos sentimos llamados moral y profesionalmente a defender la vida humana, a hacer oír nuestra voz en defensa tanto de la vida por nacer cuanto de la vida materna, pues la preservación y la custodia de ambas vidas, dotadas de idéntica dignidad y valor.

El niño por nacer, científica y biológicamente, es un ser humano cuya existencia comienza al momento de su concepción”.

Esta razón fundamental nos lleva a rechazar de igual modo toda pretensión respecto de que el aborto legal pueda ser rotulado como una exigencia de la salud pública porque al contrario de llevar salud como manda el juramento hipocrático lo que hace es asesinar y matar.