Ministro Paliza supervisa construcción de verja perimetral entre RD y Haití
Nuestra Señora de las Mercedes
Rincón Digital
Leonor Asilis
Se acerca el 24 de septiembre, día de fiesta nacional: “La Virgen de las Mercedes, Patrona Nacional”. El título mariano la Merced se remonta a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España.
San Pedro Nolasco, se inspiró en la Santísima Virgen para fundar una orden dedicada a la merced (obras de misericordia). Su misión particular era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos miembros de la orden canjearon sus vidas por la de presos y esclavos.
San Pedro Nolasco y sus frailes eran muy devotos de la Virgen María, tomándola como patrona y guía. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad, y en la Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchos cautivos que estaban presos en manos de los sarracenos.
Veamos cómo se difunde esta devoción hasta nosotros. Los mercedarios llegan al continente americano y pronto la devoción a la Virgen de la Merced se propaga ampliamente. En República Dominicana, Perú, Argentina y muchos otros países, la Virgen de la Merced es muy conocida y amada.
El primer culto mariano a la Virgen María en América tuvo lugar, hasta prueba contraria, el Santo Cerro, cercano a Concepción de la Vega de nuestro país.
Fiándonos de Don Arturo Logroño – su Historia Patria, Compendio de, tomo I, Nuestra Señora de las Mercedes fue Patrona de la isla Hispaniola desde los días del Gobernador Don Diego Gómez de Sandoval.
Entendiendo importante que meditemos en torno a carisma de misericordia y en especial a los presos, transcribo a continuación un bello mensaje que leí hace unos años, pero que lo atesoro en un cuaderno especial que espero meditemos: “No todos los que están en la cárcel son verdaderos delincuentes. Muchos cometieron su delito en un momento de apasionamiento o de locura que estaba muy lejos de representar sus verdaderos sentimientos interiores y disposiciones habituales. Otros muchos han sido víctimas del ambiente que respiraron y de la educación que recibieron de pequeños. Y en todo caso, todos ellos son seres actualmente infelices y desgraciados, lo cual es un título sobrado para excitar nuestra compasión y misericordia, cualesquiera que sean sus antecedentes y la culpabilidad de su conducta.
Cuánto bien se puede hacer a los pobres presos visitándolos con frecuencia y prodigándoles palabras de consuelo y de esperanza! Aún los condenados a prisión perpetua se les puede ensanchar el alma enseñándoles que la verdadera libertad es la del espíritu; que el que vive en gracia de Dios es libre aunque viva en una cárcel, y el que vive en pecado mortal es esclavo y prisionero aunque parezca gozar de libertad en plena calle; que la cárcel de este mundo no podrá prolongarse más allá de lo que dure nuestra vida, mientras que más allá del sepulcro existe una cárcel perpetua, de la que no se sale jamás.”
Queridísima Virgen de las Mercedes: Te entregamos a nuestro país y a nuestra gente, para que lo cobijes en tu manto, y protección, intercediendo ante tu Hijo para que derrame abundantes bendiciones.