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El bienestar en las organizaciones
Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
Esta semana en desde mi perspectiva quiero hablarles de como las organizaciones catalogadas como las mejores empresas para trabajar han implementado todo un sistema de promoción del bienestar de sus empleados, alcanzando con esto altos índices de productividad, ayudando al mejoramiento de la calidad de la vida de todos en la organización, y entablar con esto ciudadanos más responsables.
La Organización Mundial de la Salud define un entorno de trabajo saludable como “aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores, y la sustentabilidad del ambiente de trabajo” Esta definición permite que las organizaciones además de buscar ambientes de desarrollo favorables para sus trabajadores, busquen la sostenibilidad y la creación de una cultura de bienestar, que puede verse reflejada incluso por fuera de la organización.
Pero además de estos beneficios, al parecer intangibles, puede traer beneficios económicos directos debido a la alta productividad y competitividad que desarrollan las organizaciones, según el INHST de España, por cada dólar invertido en modelos de bienestar laboral, se puede tener un retorno hasta del 3.27 dólares, recuperando en el año hasta 700 dólares. Además, logra disminuir costos hasta en un 26,1 % por la reducción de incapacidades temporales y permanentes. Para las organizaciones de hoy la implementación de modelos de bienestar más allá de ser un gasto, es una inversión que les permite tener beneficios económicos y de imagen, aportando a la construcción de sociedades más sanas y felices.
Hoy en día en la cultura organizacional aún subsisten muchas técnicas y metodologías heredadas de las estrategias militares del siglo XIX, como las denominadas evaluaciones de desempeño o las reuniones de planeamiento estratégico. Métodos que las investigaciones actuales han demostrado que son ineficaces y que, en su mayoría, no generan cambios positivos en las personas, por el contrario, ocasionan mucha carga de trabajo desperdiciada, estrés laboral y poco aprendizaje.
Por ello, no nos debe sorprender que el 50 % de las firmas de Fortune 500 haya dejado de lado técnicas como la evaluación de desempeño por conversaciones de desarrollo orientadas al coaching; todos recuerdan o vieron en neflitx la serie Billions, y como la Doctora lograba mediante sus secciones de coaching sacar lo mejor de los empleados, bueno a eso nos referimos en la nueva forma de gestionar las personas.
Y es que en la actualidad el problema de fondo de muchas organizaciones es que la cultura organizacional que aún subsiste es de una filosofía castrense, orientada más a los resultados cuantitativos, con una concepción sociológica que prioriza el bien colectivo sobre el individual, y donde el fin siempre es obtener la victoria, aunque implique bajas y sacrificios.
Desde mi perspectiva debemos de cambiar la filosofía, cuyo objetivo en las organizaciones debe ser la del bienestar: ¿Qué tan feliz son mis colaboradores? ¿Qué acciones generan en ellos optimismo? ¿Cómo compatibilizar el bienestar colectivo con el individual en una organización?
Buscar el bienestar no se traduce en acciones como que el gerente general decida celebrar el Día del Trabajo en una fiesta junto con los trabajadores el mismo 1 de mayo. En muchos casos, la asistencia a estas fiestas es obligatoria o el trabajador lo siente así, y suceden en un lugar, con un estilo de música y otros detalles elegidos al gusto del gerente de la compañía.
¿Conocemos a nuestros colaboradores? ¿Sabemos sobre sus metas, retos, miedos, fracasos y problemas?; En el marketing, para fidelizar a los clientes con nuestras marcas, debemos enamorarlos con distintas acciones y generar en ellos emociones, palabras y acciones que reflejen su nivel de satisfacción con nuestro producto y/o servicio. Pero, previamente debemos conocer a nuestros clientes, conocer sus gustos, sus formas de ver el mundo, etc.
Existen muchas herramientas para acercarse a los gustos de nuestros públicos, como las encuestas, focus group, entrevistas, etc. En las empresas, también es importante conocer a nuestros trabajadores y la mejor y más potente herramienta es la conversación. ¿Conversamos con nuestros colaboradores?, conocemos sus problemas, sus anhelos, sus metas estas preguntas son claves para orientarnos al bienestar organizacional.
En la búsqueda de un estado de bienestar, las conversaciones tienen el poder de acercarnos y conocer en el fondo a nuestros colaboradores. El coaching no es una imposición vertical entre jefe y colaborador, sino una conversación, un acompañamiento, y es lo que lo distingue de las técnicas tradicionales: el trabajador no se siente presionado a que la empresa busca que mejore para alcanzar mayor productividad, sino siente que sus superiores lo están acompañando en un proceso de crecimiento profesional y personal conjunto.
Desde mi perspectiva la filosofía del bienestar en una empresa debe estar marcada desde el mismo personal, y es que un trabajador feliz es mucho más productivo que un trabajador que solo va por cumplir el día. El bienestar es una filosofía que implica un crecimiento 360º, donde no solo crecen los trabajadores como personas y profesionales, sino también crece la empresa y sus utilidades. Hasta una próxima entrega.