Mujeres fomentemos sororidad, no rivalidad
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
El próximo domingo estaremos conmemorando el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fecha propicia para analizar y evaluar las políticas sociales que se implementan, los avances logrados, desafíos pendientes y la oportuna reflexión de las transformaciones encaminadas a lograr la igualdad de género.
Oportuna también es la ocasión para establecer que para lograr los avances que todas deseamos es necesario contar con la sororidad entre las mujeres. Este término se refiere a la relación de hermandad, percibiéndonos como iguales, con confianza y apoyo mutuo, trabajando, creando conciencia y aliándonos para eliminar todas las discriminaciones que enfrentamos en una cultura patriarcal.
Si hay una diferencia entre el sexo masculino y femenino que percibimos diariamente es el apoyo que ellos se manifiestan de forma incondicional, lo cual debe motivarnos a ser más cómplices y solidarias.
Se trata de construir juntas, no de destruirnos mutuamente, desmeritándonos, criticándonos, excluyéndonos, humillándonos, atacándonos, ofendiéndonos, burlándonos o juzgándonos por nuestra forma de vestir, físico o accionar.
Marcela Lagarde, destacada feminista y antropóloga mexicana, sostiene que “la alianza de las mujeres en el compromiso es tan importante como la lucha contra otros fenómenos de la opresión y por crear espacios en que podamos desplegar nuevas posibilidades de vida”.
Ese compromiso al que se refiere Lagarde debemos adoptarlo como un ejercicio diario para celebrar cada esfuerzo de las mujeres de nuestro país o del exterior, logrado en el ámbito que fuese, ya político, deportivo, económico o social, en razón de que sabemos el esfuerzo y sentido de superación que implica destacarse en sociedades como la nuestra, en que no gozamos de igualdad de oportunidades.
Vaya mi reconocimiento y admiración de nuestras valiosas mujeres que, durante décadas han trabajado en forma responsable y comprometida en la lucha por el derecho de tener una vida libre de violencia, como son Susi Pola, Lourdes Contreras, Sergia Galván, Virtudes de la Rosa, Magaly Caram, Sonia Díaz, Rosa Roa, Cristina Sánchez, Soraya Lara, Yanira Lara, Myrna Flores, Janet Camilo, Solange Alvarado, Ana Andrea Villa Camacho, Dilia Leticia Jorge, Lilian Fondeur, por sólo mencionar algunas.
Así también, me complace en hacer mención de brillantes mujeres que les antecedieron en la lucha patriótica, como María Trinidad Sánchez, Manuela Diez, Juana Saltitopa, Rosa Duarte, Concepción Bona, a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, Abigail Mejía, Evangelina Rodríguez y las educadoras Salomé Ureña y Ercilia Pepín así como Trina de Moya.
Amables lectoras, como mujeres debemos siempre tener claro que, somos únicas y especiales y como colectivo necesitamos crear entre nosotras redes de apoyo y relaciones de hermandad, ya que, somos compañeras y no rivales, y necesitamos aliarnos para lograr juntas los cambios sociales que nos permitirán la promoción de paz y vida libre de violencia.
Que el amor y la sororidad sean nuestra mejor arma. ¡Sí se puede!
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.