El paradigma de una economía saludable
La Cuartilla
Néstor Medrano
República Dominicana cierra el 2018 con indicadores promisorios en términos de su economía, cuyo crecimiento fue de un 7%.
Cerrar con ese número acentúa el crecimiento económico y construye un liderazgo regional que viene galopando a ritmo constante desde hace años.
Esto plantea una saludable coyuntura que beneficia el ya bien ponderado clima de inversión privada local y extranjera.
Se puede decir que en la región del Caribe República Dominicana ha mantenido un reconocido liderazgo en lo que respecta al turismo como motor del desarrollo, en una economía de servicios que se mantiene en constante apogeo y lo que se imagina crecerá y aumentará su radio de acción hacia otros puntos del país como Pedernales con la reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia, que devuelve al Estado el paradisíaco punto de Bahía de las Águilas.
Allí las inversiones y los atractivos de inversión no se harán esperar para explotar las modalidades de un turismo ecológico y de desconexión, esencialmente un turismo de protección ambiental, cuyo reto es definir el concepto del tipo y naturaleza de ese turismo, con lo que eso significa dado el notable impulso del paradigmático Punta Cana a nivel mundial.
El turismo, su explotación, planificación o planeación estratégica es y será esa locomotora del desarrollo tan proclamada por el presidente Danilo Medina desde los tiempos de su campaña política, cuando ese paradigma estaba contemplado en su Programa de Gobierno.
El año 2018 fue para República Dominicana auspicioso en el ámbito de la economía, fruto según se ha visto, de medidas bien ponderadas, de estudios equilibrados y de políticas atinadas que nada dejaron a la improvisación ni al azar.