Nuevo año, nuevas esperanzas
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Consideramos cada final de año como el cierre de un ciclo de nuestras vidas y el inicio de un nuevo período, cargado de múltiples esperanzas, de proyectos en los órdenes de salud, familiar, profesional y social, así como de la búsqueda de nuevas oportunidades, que en todos casos resultan experiencias enriquecedoras.
Por eso, este último día del año, es fecha propicia para aspirar que este 2019 sea un año extraordinario para nuestra querida nación y el resto del mundo. Que, en todos y todas exista la firme voluntad de accionar con valores de prudencia, sabiduría, tolerancia, humildad y amor.
Prudencia, porque de su cumplimiento, dirigiéndonos a los demás con un lenguaje adecuado y respetuoso, nos llevará actuar de forma justa y cautelosa, evitando la ocurrencia de situaciones enojosas que en algunas ocasiones derivan en incidentes trágicos.
Sabiduría, aplicando nuestra inteligencia para identificar entre la verdad y la mentira, la bondad y la maldad y de esta forma evitar pensar o actuar incorrectamente frente a los demás y las situaciones diarias que nos afectan. Si identificamos con objetividad la realidad de lo acontecido, de seguro podremos llegar con mayor rapidez a encontrar la solución adecuada.
Tolerancia, valor vital en lograr la convivencia pacífica ya que, nos compele a respetar y considerar las diferencias con los demás en criterios, ideas, prácticas o creencias. Respetando las diferencias y aceptando a los demás –aunque lo consideremos errados- estaremos dando un paso trascendental en lograr armónicamente acercarnos a un punto equidistante.
Humildad, valor que nos engrandece como persona, reconociendo que somos iguales, no mejores que nadie por el simple hecho de gozar de ciertos privilegios temporales, sabiendo que se trata de utilizar nuestras capacidades o cualidades y aprovechar las oportunidades para obrar por el bien común, sin andar enrostrándolo ni esperando nada a cambio.
El amor es la fuerza motora del mundo, todo accionar que se hace para transformar corazones en búsqueda de mayor paz y alegría, tiene cosecha positiva y redunda en beneficio de la colectividad.
Amigos y amigas de lo que se trata es de iniciar un nuevo año con actitud positiva, de cambiar lo que amerite transformación, de reinventarnos y de esforzarnos en ser mejores cada día, en dar siempre algo más de lo que los demás esperan que hagamos.
Que éste 2019 sigamos construyendo puentes de respeto, empatía, hermandad, luz y alegrías, para que se fortalezcan nuestras relaciones en todos los órdenes y que a nivel social las acciones de paz desplacen las violentas y podamos vivir y disfrutar de mejores sociedades y con ellas de un mejor mundo.
Muy feliz año nuevo!!!
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.