Las Visitas Sorpresa: la redención del campo y de sus hombres y mujeres
La Cuartilla
Néstor Medrano
Mientras algunos aspirantes a gobernar el país se han dedicado a atacar proyectos de bienestar sostenible como las Visitas Sorpresa, con la amenaza unas veces velada y otras abiertas de eliminarlas, en caso de ganar las elecciones, y con ello extirpar de manera violenta el sueño y esperanza de miles de pequeños productores que hoy son entes de crédito y multiplicadores de empleos en sus comunidades, Danilo Medina, con una visión de estadista que reflexiona sus ideas, acometió hace algún tiempo, en Santiago, la construcción en esa pujante provincia, de 10 mil nuevas viviendas, proyecto similar al que se construye en la provincia Santo Domingo, cristalizando el más alto sueño del ciudadano dominicano de un techo propio, lo que se expresa en el más revolucionario proyecto habitacional de clase económica: La Ciudad Juan Bosch.
Las Visitas Sorpresa: Un programa revolucionario, insignia de acercamiento y colectivización de las oportunidades, que concitó la atención de organismos multilaterales del calibre del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que ha sido inspiración para otros jefes de Estado, impactados por el sentido social y la inspiración de bien colectivo que conlleva, se ha convertido en un paradigma de involucramiento de los productores agrícolas, agropecuarios, de gran contenido incluyente, lo han constituido las Visitas Sorpresa.
Este programa de financiamientos, que no conoce precedentes en República Dominicana y que ha permitido que el presidente Danilo Medina, a través del Fondo Especial de Desarrollo Agropecuario, e instancias como el Banco Agrícola y el Instituto Agrario Dominicano rescaten miles de pequeños proyectos rurales, en las entrañas más profundas del país, es la fuente del resurgir del campo.
Se trata de una iniciativa sobre la cual no hay que abundar mucho, pues la población, hombres y mujeres del campo agrupados en asociaciones y cooperativas, han sido sujetos de fe y credibilidad, primero por el presidente Danilo Medina, que además de llevarles el mensaje de que se puede trabajar y fructificar al hacerlo, les ha predicado, constantemente que el dinero que se les entrega para potencializar sus proyectos, es prestado, recursos que deben devolver para continuar facilitándoles la misma oportunidad a otros que también son incluidos en ese paradigma de la colectividad.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la FAO calificaron de positivas las Visitas Sorpresa. Un proyecto extraído desde el puntal de la hombría de bien de alguien para quien la condición humana está por encima de todas las cosas, no podía dejar de generar los efectos que sobre nuestros países de la región han producido las Visitas Sorpresa.
En el estudio Evaluación de Impacto de las Visitas Sorpresa, realizado por los referidos organismos internacionales, se contempló el análisis de 50 proyectos, de 104 que para el momento de la investigación fueron reportados como concluidos y esto fue lo que dijeron:
“Los 50 proyectos presentaron todos un impacto en general positivo y vimos que las Visitas tienen un potencial de mejorar las condiciones económicas de grupos en pobreza y vulnerabilidad”.
Danilo Medina hizo la siguiente reflexión cuando acudió a Roma, ante la FAO, donde expuso los logros de su gestión con la concepción de las Visitas Sorpresa, cuando llevaba dos años dirigiendo los destinos de la República Dominicana.
“La respuesta de la gente que visitamos cada semana, nos demuestra que estaban esperando desde hace mucho que el Gobierno se humanizara, que se preocupara por ellos, que trabajara por ellos, que confiara en ellos”. Una proclama. La de darle el voto de confianza a los más pobres para que puedan desarrollarse, y superar las taras que durante décadas mantuvieron en el más absoluto de los atrasos y la imposibilidad de echar hacia delante de esas masas irredentas por las que Danilo Medina, ha expresado amor infinito.
El concepto de las Visitas Sorpresa, solo criticado por quienes en sus luchas opositoras nunca han podido conectar con las gentes de a pie, con un elitismo de formación que los distancia cada vez más del proyecto de nación desde la gente y para la gente que el país quiere.
Las Visitas Sorpresa han sido, como ha dicho el propio jefe de Estado, un modelo que se caracteriza por llevar más productividad y más empleos a áreas del país que habían permanecido olvidadas. Con las Visitas Sorpresa se ha logrado mayor consolidación de los derechos sociales, además de hacer hincapié en la promoción de un modelo que está transformando el campo en forma sostenible y duradera, que refuerza el tejido productivo, creando y desarrollando nuevas oportunidades de negocios.
Las Visitas Sorpresa han eliminado los obstáculos que impedían a las familias y comunidades, salir de la pobreza.
Para Danilo Medina, las Visitas Sorpresa han abierto la posibilidad de que el hombre y la mujer de los campos se hagan visibles a la vida y estén de frente a una realidad humana que les fue negada durante muchas décadas, porque, hay que decirlo, nadie los tomaba en cuenta. Nadie hizo suyas nunca las desgracias y las carencias que los vapuleó; nadie hizo suyas nunca las inclemencias que los golpeaba con un puño de hierro. Es por ello que hay una revolución que estremece positivamente el campo y para nadie es un secreto que el campo es una prioridad para Danilo Medina. Esta revolución está dando sus frutos, y el pueblo, que está pendiente de todas las cosas, lo sabe.
(Del libro Inédito Danilo Medina “radiografía de un Estadista”)