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Presidente de los Estados Unidos Donald Trump se dirige al Ejército de Venezuela y ofrece dos caminos a seguir
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha declarado que «se acerca un nuevo día para América Latina», durante un discurso pronunciado este lunes en la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés).
«Mi corazón está en Venezuela», dijo el inquilino de la Casa Blanca. «En Venezuela y en todo el hemisferio occidental el socialismo está muriendo y la libertad, la prosperidad y la democracia están renaciendo», subrayó Trump. «Pasando la página del socialismo […] no habrá vuelta atrás», añadió el mandatario estadounidense.
Trump acusa a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, de no ser un patriota de Venezuela, mientras tilda a varios miembros del Ejército venezolano de ser corruptos, asegurando que sabe «dónde están los millones de dólares que robaron».
Los militares, ante una encrucijada
«Pueden optar por aceptar la generosa oferta de amnistía de Guaidó. No deben seguir las órdenes de Maduro para bloquear la ayuda humanitaria«, dijo el inquilino de la Casa Blanca, dirigiéndose a los oficiales del Ejército venezolano, a los que advirtió que si eligen el segundo camino «no encontrarán salida» y «lo perderán todo».
Por otro lado, explicó que desde Washington se busca una transición pacífica en Venezuela, si bien —aseguró— «todas las opciones están sobre la mesa».
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha ratificado su lealtad al presidente Maduro y el respeto a los preceptos de la Constitución venezolana. En este sentido, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, calificó la semana pasada de «craso error» llamar a la FANB a «irrumpir contra la legalidad, contra la Constitución». «Eso es un acto de estupidez» e «infantilismo político», sostuvo.
El pasado 10 de febrero el diputado opositor Juan Guaidó hizo un llamamiento a los militares venezolanos para que permitan la entrada de la «ayuda humanitaria», uno de sus principales objetivos, que el presidente constitucional, Nicolás Maduro, califica de «show» destinado a vulnerar la soberanía del país.
«Si quieren ayudar a Venezuela, liberen el dinero que tienen les tienen bloqueado», aseveró el mandatario venezolano, planteando la posibilidad de que EE.UU. brinde esa ayuda al pueblo de Cúcuta (Colombia) —donde previamente llegó un envío de ayuda humanitaria solicitado por Guaidó—, que sufre preocupantes condiciones sociales y económicas.
Caracas acusa a la Casa Blanca de imponer sanciones contra Venezuela que han implicado pérdidas millonarias muy superiores a lo que ahora se pretende entregar.
El pasado lunes el líder opositor declaró que la primera parte de la llamada «ayuda humanitaria» internacional —por un valor de 20 millones de dólares— ya ha sido entregada. Posteriormente, el propio Guaidó anunció que el próximo 23 de febrero ingresará en Venezuela la «ayuda humanitaria» solicitada por la dirigencia opositora de ese país suramericano, invitando a los venezolanos a realizar una «caravana» en las zonas fronterizas para recibir la ayuda. Por el momento esta se encuentra en Cúcuta y Roraima (Brasil).
El 15 de febrero Washington envió, en aviones militares, un cargamento con «ayuda humanitaria» a una zona fronteriza entre Colombia y Venezuela. Un día después llegó a Cúcuta un camión de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) con el segundo lote de «ayuda humanitaria» para Venezuela. Además, el domingo de la semana pasado Guaidó anunció la llegada a esa misma localidad de tres aviones de EE.UU. con «ayuda humanitaria para más de 25.000 venezolanos». Por su parte, el Gobierno de Venezuela sigue bloqueando el ingreso de la supuesta ayuda, señalando que es una provocación.
La crisis política de Venezuela estalló después de que Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional —que se encuentra en desacato desde 2016 y cuyos actos son nulos, según varias sentencias del Tribunal Supremo de Justicia venezolano—, se autoproclamara «presidente encargado» de su país a finales de enero y fuera reconocido como tal por EE.UU. y otras naciones latinoamericanas y europeas.
Por su parte, Caracas denunció que la oposición venezolana encabeza «un golpe de Estado» con el respaldo de EE.UU., y acusó a Washington de llevar a cabo «guerras injustas», así como de «arrasar con poblaciones civiles inocentes» y «bloquear economías».
Fuente: actualidad.rt.com