¡República Dominicana, celebremos nuestra independencia!
Rincón Digital
Leonor Asilis
El 27 de febrero de 1844, fecha gloriosa de nuestra nación en que conquistamos nuestra autonomía frente al yugo haitiano que nos oprimía por 22 años.
A pesar del tiempo que nos separa, dicha conquista que representó sangre y mucho sufrimiento de nuestro pueblo es oportuno recordarla para valorarla y preservarla.
Recordemos que el derecho de libre determinación de los pueblos más conocido como derecho de autodeterminación, es el derecho de un pueblo a decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural y estructurarse libremente, sin injerencias extranjeras y de acuerdo con el principio de equidad.
Hoy, son más que oportunas recordar las palabras del patricio, Juan Pablo Duarte quien dijo: ¨Vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor¨.
Aplaudimos encarecidamente cada iniciativa que procure realzar y dignificar nuestra dominicanidad.
Nuestra gente es esencialmente buena y de nobles sentimientos. La solidaridad como parte de nuestro ADN es nuestra marca país.
No permitamos que se hable mal de nuestra nación y de nuestra gente. Agregamos, no lo hagamos nosotros.
Si bien es cierto que tenemos mucho que corregir, tenemos el talento de hacerlo e ir más allá.
Procuremos el bienestar de todos. Luchemos por la equidad social. Preservemos nuestros recursos naturales tan amenazados por intereses particulares que procurar explotar nuestros suelos muchas veces sin calcular el daño que le provocaría a nuestros ríos que abastecen el recurso más preciado de la vida misma, el agua.
Autoridades, ejerzan el poder para cuidarnos en toda su expresión. Hagan respetar nuestras leyes migratorias, y eviten el trasiego desenfrenado que muchas veces acontece de ilegales que penetran medalaganariamente nuestro territorio. Luchen contra la violencia que nos afecta. Busquen sus raíces, sobre todo las drogas, vil flagelo que destruye las neuronas de quienes las consumen y a su vez producen locuras que terminan con vidas en su mayoría inocentes.
Pueblo dominicano en general, trabajemos fuertemente con nuestros distintos oficios en modo excelente y buscando servir a los demás con nuestros propios talentos.
Instituciones educativas, públicas y privadas, fomenten nuestros valores patrios. Vamos a retomar el bello momento de izar la bandera más linda del mundo que tiene en su escudo, en el mismo centro a la Biblia, custodiada por la gloriosa cruz y el excelso lema, Dios, Patria y Libertad.
Concluimos esta reflexión citando al dominicano por excelencia, Juan Pablo Duarte: «Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos. Trabajemos, trabajemos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos.»
Hoy como ayer, nuestra Nación necesita que trabajemos por su existencia, por su desarrollo y prosperidad.
¡Qué viva la República Dominicana!