El fructífero discurso de Danilo Medina
La Cuartilla
Néstor Medrano
Sin lugar a dudas el discurso pronunciado por el presidente Danilo Medina, el pasado 27 de febrero, ante la Asamblea Nacional, además de hablar de las enormes conquistas logradas para el pueblo, fue una rendición de cuentas, como dijo el portavoz del Gobierno, Roberto Rodríguez Marchena, que tuvo una impronta pedagógica.
A Danilo Medina le interesa mucho decirle al pueblo los porqués de cada iniciativa.
Sin ser apasionados ni emitir juicios subjetivos, a lo cual también tengo derecho, la sobriedad fue la tónica de una alocución con un elemento de contenido humano y por lo tanto salpicado de esperanza.
Más allá del texto de una pieza bien escrita, con pinceladas que nos llevan a la buena oratoria, el Presidente no sólo habló de realizaciones monumentales, de integración de los jóvenes y las mujeres en cada iniciativa para su desarrollo y crecimiento, sino de una sociedad cada vez más democratizada, cada vez con una mayor democratización en la educación con la Jornada Escolar Extendida, la salud e inclusión de la población en la salud, el crédito incluyente a los micro y pequeños empresarios, la puntualización de un dinamismo sin precedentes en el turismo y la constante búsqueda de consensos para consolidar leyes y proyectos de vital importancia como el Código Laboral y la disolución efectiva del IDSS para brindar un mayor soporte a la población de los servicios generales de salud.
Más allá de las enumeraciones y de las cifras, lo pronunciado por el presidente Danilo Medina destacó la figura humana y cercana del hombre que gobierna desde la gente y para la gente.