Ser feliz es una decisión personal
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
El próximo miércoles 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad y la ocasión se presta para que reflexionemos respondiendo a estas preguntas: ¿Qué tan feliz me siento en esta etapa de mi vida?, ¿Qué tanta felicidad suelo brindar a mi alrededor?, ¿De qué tanta paz disfruto para ser feliz? y ¿Puedo asegurar que vivo en una sociedad feliz?
La fecha fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2013 y busca reconocer el papel que desempeña la felicidad y el bienestar en los anhelos o propósitos de los seres humanos, sin importar su edad, nacionalidad o profesión y persigue además su reconocimiento en la inclusión de las políticas de los gobiernos.
Sabemos que, la felicidad es un estado de gozo interior que sentimos cuando vivimos el presente, valorando lo más elemental como que estamos vivos, en salud, con el privilegio de disfrutar de los sentidos de ver, sentir, caminar, escuchar, de tener familiares queridos, amistades valiosas y un trabajo en que desarrollarnos.
Nos brinda felicidad lo que tenemos, no lo que nos hace falta y ello podemos disfrutarlo en las pequeñas acciones que nos proporcionan bienestar, como la lectura de buen libro, escuchar una canción que te genere emociones positivas, hacer una llamada o visita a un ser querido, trasladarte a la playa o al campo para estar en contacto con la naturaleza, deleitarte observando las flores, un lindo atardecer, la lluvia, la luna o las estrellas, sintiendo la caricia de una brisa fresca o de una mascota de tu preferencia.
Sin embargo, ante el stress del día a día en que nos desenvolvernos debemos hacer un alto para cuestionarnos si brindamos felicidad en nuestros entornos o estamos proyectando una imagen cargada de preocupaciones, angustias, frustraciones, enojos, ira, emociones que cargan los ambientes de tensiones y conflictos, muy contrario a la paz que merecemos gozar para vivir a plenitud y en armonía. Se entiende que cuando te sientes feliz eres capaz de transmitirlo a los demás y contagiar esa actitud positiva y alegría.
Recientemente tuve el placer de conocer a una señora de 96 años en salud, alegre y de aspecto mucho más joven y al preguntarle cuál era el secreto de lucir tan regocijada, no dudó en decirme que le encanta viajar a California para compartir con familiares y disfrutar de tomar cervezas. Eso se llama darle vida a los años y pintar de colores la vida.
Según el Informe Mundial de la Felicidad 2018, de unas 156 naciones, Finlandia se mantiene en el primer lugar del país más feliz del mundo por ser una sociedad transparente, segura e igualitaria, con gran calidad en educación, salud, medio ambiente y muchas políticas de apoyo social. Le sigue Noruega, Dinamarca, Islandia, Suiza, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Suecia y Australia.
En Latinoamérica Costa Rica continúa llevando la primacía, seguida de México, Chile, Brasil; Argentina, Uruguay, Colombia. En ese listado nuestra República Dominicana se encontraba el año pasado en el número 83 del mundo, el tercero menos feliz, cuando se evaluó la calidad de vida, el Producto Interno Bruto, la percepción de las acciones de corrupción y expectativas de vida, entre otros.
No obstante, recordamos que la felicidad de nuestra vida depende fundamentalmente de la actitud con que enfrentemos las adversidades que se nos presente, ya que tenemos el poder de decidir si nos rendimos ante las mismas o como el ave fénix renacemos, levantamos nuestro vuelo y con justicia y paz brindamos nuestra más sabia, plena y feliz versión.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur