Tendencias de la moda que arrasarán esta primavera-verano 2025
Semana Internacional contra el acoso callejero
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Que una mujer o niña reciba de un desconocido, en un espacio público, comentarios indeseados, propuestas sexuales, miradas insinuantes, intentos de tocarla o molestos silbidos constituyen manifestaciones de violencia de género, que se definen como acoso callejero, a pesar de que comúnmente las normalizamos.
Estas acciones molestas generan consecuencias en quienes la sufren que, generalmente corresponden a temores e incomodidades, que obligan a las mujeres la necesidad de hacer cambios de las rutas que las conducen a sus destinos habituales.
El acosador suele conocer el camino y la hora para abordar su víctima. En principio, puede ser cordial para buscar comunicación o respuesta, pero luego, suele manifestarle comentarios ofensivos y atrevidos sobre su ropa, su cuerpo o su caminar, que evidentemente no son de su agrado en una vía pública, espacio que debería proporcionarle seguridad.
Ante esta problemática que, afecta al género femenino, la socióloga peruana Elizabeth Vallejo tuvo la iniciativa en el 2011 de crear una campaña denominada “Paremos el acoso callejero”. La idea fue retomada por países como Argentina, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Brasil y otros más latinoamericanos. La semana transcurre desde ayer domingo 7 hasta el próximo día 13 de abril, en cuyo período se procura sensibilizar a la población sobre los daños psicológicos que ocasionan.
Si reflexionamos sobre nuestra realidad, con mucha frecuencia constatamos que hasta conductores de vehículos en marcha les vociferan a las mujeres desplazándose por las calles, viéndolas con morbosidad, lo cual es aceptado implícitamente por los demás, llegando al extremo de que hasta los agentes policiales en plena jornada laboral lo imitan. En definitiva, son acciones que hemos normalizado, sin pensar en el impacto que producen en la vida de sus afectadas.
Frases como “Si como caminas cocina guárdame el concón”, “Tanta carne y yo en cuaresma” o “Cuantas curvas y yo sin frenos”, se han constituido como expresiones populares, normalizadas socialmente, que reciben con desagrado las mujeres y hasta niñas en calles, plazas o transportes públicos, haciendo alusión a su cuerpo, observándolas solamente como un objeto sexual y no como lo que son, un sujeto con derecho a ser respetada y valorada en cualquier circunstancia o espacio.
Lo cierto es que, el acoso callejero no es solo propio de los dominicanos, se presentan en muchos países latinoamericanos y ello ha dado lugar a crear un observatorio en una cuenta de Facebook que, recoge las historias de las mujeres afectadas, como forma de sensibilizar y advertir a otras, así como fomentar el rechazo a este tipo de violencia.
En nuestro país, cinco organizaciones promueven la campaña “Resetéate”, dirigida a jóvenes entre los 15 y 25 años, con el objetivo de que reflexionen y cambien los patrones culturales que justifican y mantienen la violencia machista. Entre los mensajes que difunden está “El piropo callejero es violencia y eso tiene que cambiar”, “Mis redes son mías….me copiaste?
Además, gracias a los esfuerzos de ONU Mujeres, la Alcaldía del Distrito Nacional y otras importantes organizaciones, se desarrollan desde ayer actividades preventivas con el lema “Por una ciudad sin acoso”, que merecen ser apoyada por toda la sociedad en razón de que necesitamos y tenemos el derecho a vivir en espacios públicos seguros.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
Twiter: @Yanira_Fondeur