Periodista Manuel Jiménez: El Temístocles Montás que conozco
Por Manuel Jiménez
Durante la semana del 8 al 12 de mayo pasado estuve acompañando al ministro Temístocles Montás en una misión comercial y de atracción de inversiones en España en la que participaron una treintena de empresarios dominicanos del sector zonas francas, y pude palpar nuevamente sus desvelos por servir a su país.
Sus amplios conocimientos sobre la realidad dominicana y su capacidad de comunicar ideas, le posibilitaron hablar con brillantez ante empresarios y funcionarios españoles que escucharon sus exposiciones sobre las ventajas de República Dominicana como destino de inversión y posibilidades de comercio para las empresas de España.
El eje de su accionar como dirigente político y como funcionario público ha sido un constante trabajo y empeño para que el país supere la pobreza, logre inclusión social y progreso.
Por eso fue el artífice de la Estrategia Nacional de Desarrollo, que hoy es una ley que rige como proyecto de nación.
Porque vive para servir a su país, fue que Montás coordinó junto a Monseñor Agripino Núñez Collado la discusión del Pacto por la Educación que fue finalmente firmado por todo el liderazgo nacional y que ha facilitado importantes avances en este trascendental tema para el desarrollo nacional.
Los empresarios españoles que vieron hace tres semanas a un ministro Montás concentrado en atraer inversiones y negocios para su país deben estar tan sorprendidos como él, de que ahora esté afrontando una acusación temeraria y selectiva por el llamado caso Odebrecht.
Me consta que los empresarios españoles comprendieron y se maravillaron de las ventajas del país expuestas por Montás y de la existencia de un sector de zonas francas con excelente experiencia en la fabricación de joyas, ropas de afamadas marcas mundiales, equipos e instrumentos médicos, calzados y otros productos de alta calidad.
Ese hombre que ganó elogios y logró cautivar a sus interlocutores en Madrid, Barcelona y la Coruña en su afán de promover el país, hoy está afrontando una difícil y desafortunada situación, privado de su libertad y apartado de su función de ministro de Industria, Comercio y Mipymes por decisión propia y voluntaria, por el solo hecho de que un extranjero mencionó su nombre en una “conversación” con el ministerio público de Brasil, citándolo de manera irresponsable y mentirosa como supuesto firmante de contratos con Odebrecht, algo que será fácilmente comprobado por las autoridades como una total falsedad.
Todo el país sabe cómo opera la administración pública dominicana y que desde el año 2006 el ministro Montás dejó de contar con facultades legales para gestionar o firmar contratos de financiamiento internacional.
Si no hubo ningún vínculo o acciones de parte del ministro Montás que puedan interpretarse como favorables a la Odebrecht, ¿de qué manera se le podría imputar una acusación de soborno?
Más aun, ¿cómo va el ministerio público a presentar una sola obra que Montás haya negociado con Odebrecht para recibir sobornos?
El ingeniero Montás que yo conozco es el que promovió la Estrategia Nacional de Desarrollo, el Pacto por la Educación, el artífice de políticas públicas para combatir pobreza, lograr equidad y cohesión social, el que contribuyó enormemente a crear un marco jurídico y operacional en el país para atraer inversión extranjera directa.
Desde el punto de vista personal y profesional, el Montás que conozco es el hombre sencillo, de vida austera, humilde, modesto, que no tiene ni nunca ha ostentado riquezas materiales.
Es el mismo hombre que ni siquiera sus enemigos políticos nunca han cuestionado su honestidad en el ejercicio de funciones públicas y en cambio, siempre se le ha considerado como un funcionario capaz, responsable; incapaz de incurrir en una acción ilegal que defraude a su pueblo, a su país y a su familia.
Si alguien dudara de la anterior información, lo remito a todas las auditorías realizadas por la Cámara de Cuentas y otros organismos del Estado que prueban un ejercicio de funciones públicas apegado a las normas éticas y revestido de pulcritud.
Basta recordar que recién llegó al Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes se ganó el respeto y la admiración de los sectores empresariales vinculados a la industria, el comercio y otros, tomando acciones inmediatas para facilitar los negocios, reorganizar el mercado de los combustibles y crear sinergias con todos los actores productivos.
Ese es el Montás que conozco y le será muy difícil al ministerio público probar que sea capaz de aceptar sobornos o traficar con influencias para perjudicar a competidores o traicionar a su pueblo.
Un hombre que ha prestado tan valiosos servicios a su país no debe estar preso sin una prueba contundente de que haya actuado en forma ilegal.
Confío plenamente en su inocencia y Montás tendrá que ser absuelto en la justicia y reparado el daño moral y político que ha caído sobre él en estos días.