La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
Nuestra Señora del Carmen
Por Leonor Asilis
Rincón Digital
Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen es la denominación común que suele recibir Santa María del Monte Carmelo, una de las diversas advocaciones de la Virgen María.
En España, Puerto Rico y Costa Rica es patrona del mar, también es patrona de la Armada Española. Es considerada Reina y Patrona de Chile, de sus Fuerzas Armadas y de los Carabineros; es patrona de la Policía Nacional, del Ejército Nacional, de los marineros y de los conductores en Colombia; en Bolivia es la Patrona de la Nación y de sus Fuerzas Armadas; en el Perú es “Patrona del criollismo» y «Alcaldesa Perpetua de la Ciudad de Lima» y en Venezuela es patrona del Ejército y los conductores.
Su veneración proviene del grupo de ermitaños que, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo quienes, después de las cruzadas, formaron en Europa la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas). El Monte Carmelo, situado en la actual Israel, en la ciudad de Haifa ha sido un sitio de devoción religiosa desde la antigüedad. En el Antiguo Testamento se le menciona con el nombre de Hakkarmel (lugar del jardín), en el libro del profeta Isaías como un lugar de gran belleza y aparece también en relación al profeta Elías. No aparece, sin embargo, en el Nuevo Testamento.
Según la tradición carmelita, el 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le había aparecido, a San Simón Stock, superior general de la Orden, a quien le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. Según esa tradición moderna, la Virgen prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo. Esta veneración recibió reconocimiento papal en 1587 y ha sido respaldada por los Pontífices posteriores, en especial lo referente al escapulario.
Es preciso aclarar que el escapulario del Carmen no es
• ni un objeto para una protección mágica (un amuleto)
• ni una garantía automática de salvación.
• ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana
Al revés, es
•un signo «fuerte» aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos, ya
que representa nuestro compromiso de seguir a Jesús como María:
* abiertos a Dios y a su voluntad.
* guiados por la fe, por la esperanza y por el amor.
* cercanos al prójimo necesitado.
* orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias
• un signo que introduce en la familia del Carmelo.
• un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección de María Santísima.
• El Escapulario lo impone una vez para siempre, un religioso
carmelita u otra persona autorizada.
• El Escapulario es para los cristianos auténticos que viven
conforme a las exigencias evangélicas, reciben los Sacramentos y
profesan una especial devoción a la Santísima Virgen (expresada con el rezo cotidiano de al menos tres Ave Marías).