El valor de la autoestima
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Desde esta columna, Promoviendo la Paz, hoy abordamos sobre la importancia de la autoestima, en razón de que esta nos define, influye en nuestro accionar, además de que hemos de desarrollarla y mejorarla diariamente.
La autoestima es lo que pienso y siento sobre mi persona, esa percepción, conjunto de sentimientos que nos permite valorarnos, respetarnos y reconocer lo especiales que somos.
Esa evaluación perceptiva de la capacidad de apreciarnos y querernos es sumamente importante, ya que trasciende hacia la forma en que nos relacionamos con los demás y guarda una estrecha vinculación con que disfrutemos o no de bienestar o paz interior.
Las personas con alta autoestima se valoran como son, tratan con respeto a los demás, mantienen una actitud positiva ante las adversidades, fomentan sus fortalezas, trabajan sus debilidades, suelen tener relaciones enriquecedoras, expresan con facilidad sus opiniones y emociones siendo eficientes en su desenvolvimiento diario.
Sin embargo, quienes tienen autoestima baja son personas inseguras, pesimistas, indecisas, hipercríticas consigo mismas, ya que no creen en sus capacidades y al sentirse desmotivadas se sienten impedidas de tomar iniciativas, a la espera de la aprobación de los demás. Por lo general suelen mostrar miedo, ansiedad y nervios a emprender nuevos proyectos, por lo que se dan por vencidas fácilmente, situación que les limita lograr las metas soñadas.
Estas personas suelen repetir estas frases: “No puedo”, “Se aprovechan de mi”, “Sé que no me quiero tanto como debería”, “No se poner límites”, “No sé qué elegir”, “Que pensarán de mi”.
Se considera que entre los factores que contribuyen a una baja autoestima en las personas están la tendencia a compararse con los demás, a rodearse de otros que lejos de estimularlas de manera positiva les viven reprochando y haciendo críticas destructivas, así como evitan retos, situaciones que les impiden el desarrollo de su autoconfianza.
Los factores antes mencionados pueden causar estrés, problemas de conductas, ansiedad, depresión, limitando el desarrollo de actitudes positivas en su vida diaria.
No obstante, es importante recordar que la autoestima se va construyendo y puede mejorarse. Para ello se recomienda conocerse a sí mismo, aceptarse, quererse, no buscar la perfección, no compararse con los demás, pensar en positivo dejando a un lado la negatividad, asimilar los errores cometidos como aprendizajes y establecer metas factibles y reales.
Como padres, madres o tutores estamos llamados a ser promotores de paz, fomentando lazos afectivos y palabras positivas que estimulen la autoestima sana, permitiéndoles a los niños y las niñas reconocer sus capacidades, sin estar esperando constantemente la aceptación de los demás y que éstos se sientan con la seguridad de poder alcanzar las metas que se propongan.
Me despido con esta frase de Michelle Obama que dice “Una de las lecciones con las que yo crecí es que debería permanecer siempre fiel a mí misma y nunca dejar que alguien me distraiga de mis metas”.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur