La generación Z se parece a la X: y los millennials?
Los nacidos entre 1995 y el 2010 tendrán hábitos en el trabajo similares a los maduros de hoy
Madrid.- A los jóvenes nacidos entre 1995 y el 2010 se les denomina la generación Z. Nunca han conocido un mundo sin internet y sin móvil. Sufrieron en su entorno cercano los estragos de la Gran Recesión y desde los atentados del 11-S en adelante están acostumbrados a vivir con la amenaza del terrorismo global.
Estas tres circunstancias les marcan a la hora de identificar cuáles pueden ser sus habilidades cuando se incorporen –y algunos ya han empezado a hacerlo– al mundo laboral. Y un estudio llevado a cabo por la consultora Gartner presentado esta semana en Barcelona arroja un resultado sorprendente.
Este colectivo tiene muchos más parecidos con la generación X, la de los nacidos en los años setenta, que con la que le precede, la de los llamados millennials (jóvenes nacidos entre 1980 y 1994, con los que a menudo se les suele confundir). Daniel Sánchez Reina, autor del estudio, cree que el factor que más incide en la generación Z es la inseguridad que experimentaron de pequeños. Los centennials (otro de sus nombres) “son la generación más pesimista en décadas”, resume.
En efecto, frente al idealismo de los millennials , ellos optan por un mayor pragmatismo, al estilo de los que tienen hoy entre cuarenta y cincuenta y tantos. La crisis marca una diferencia clara con la generación anterior. Buscan, como lo hicieron los de la generación X en su momento, la estabilidad financiera.
Un estudio de la consultora Gartner asegura que los más jóvenes sueñan con el salario fijo
Aprender a gestionarlos será clave paras las empresas, porque serán los que, con sus habilidades digitales (miran el doble de videos en el smartphone que cualquier otra generación), acelerarán la transición tecnológica de las compañías. “Los millennials dan por sentado que merecen lo que aún no merecen. Los centennials no dan nada por sentado, están dispuestos a trabajar duro si los recompensas”, reconocía a modo de resumen un consejero delegado de una tecnológica en el estudio de Gartner.
Su relación con la empresa es ambivalente. “Suelen preguntar al jefe: ¿qué puedo aprender de ti?”, dice Roberto Rodríguez, de BBVA Next. En su opinión, “están obsesionados con tener un plan de carrera. Para ellos es algo estratégico, no táctico. No asumen que van a ascender de forma automática. Están dispuestos a trabajar duro, pero quieren saber cuál va a ser su retorno”.
Miguel Ángel Rojas, del departamento IT de Naturgy, subraya más diferencias. “Los millennials piensan más en el presente. Respetan las jerarquías de la empresa porque quieren subir estas posiciones. El Z en cambio es constructivo y le interesa la perspectiva. Si el millennial fracasa, se pasa a otra cosa porque es confiado. El Z tiende más a aprender y a lo mejor lo volverá a intentar, pero de forma diferente”.
Por estas razones, los centennials tampoco ven con buenos ojos saltar de un trabajo a otro si no consiguen sus aspiraciones, porque temen quedarse sin empleo. Por ello, están dispuestos a quedarse en la misma empresa, si acaso con un rol diferente, un poco como la generación X, la última que soñaba con el trabajo para toda la vida. Una vez más, es la inseguridad la que manda: “En lugar de especializarse en un campo y presumir de saberlo todo en un área, ellos prefieren ser versátiles, para estar preparados para enfrentarse a una sociedad líquida y cambiante”, según el estudio.
Su relación con la privacidad tampoco es como la de los millennials . Ya no buscan tantos me gusta y hacen un uso más cauteloso de las redes sociales. Como el móvil es su medio natural para comunicarse, tienen un menor grado de sociabilidad en la oficina. No les importa trabajar con sus aparatos desde la soledad de casa. “No les interesa tanto la conciliación entre el trabajo y lo personal, sino que lo mezclan con naturalidad”, explica Rodríguez.
Los Z son la generación de Greta Thunberg. Su poca sociabilidad está compensada por una vocación para luchar por causas más globales. Como reconoce un ejecutivo, “ellos quieren salvar el mundo. Los millennials en primer lugar quieren salvarse a ellos mismos”.