Proyectos de inversión social en la administración pública

Desde mi perspectiva

Alliett Ortega

En nuestra anterior entrega les hable sobre el gerenciamiento de contrato en la Administración Pública, en esta ocasión quiero desarrollar lo relativo a un  Proyecto de Inversión Social, que no es más que la unidad mínima de asignación de recursos, que a través de un conjunto integrado de procesos y actividades, pretende transformar un espacio de la realidad, disminuyendo o eliminando un déficit o solucionando un problema. La vinculación en el buen manejo del contrato, es la mejor fórmula para eficientizar y vincular los actores, garantizando los resultados esperados en los proyectos sociales en los cuales invierte el Estado.

Para que un proyecto se denomine social debe cumplir las siguientes condiciones:

• Definir el o los problemas sociales, que se persigue resolver (especificar cuantitativamente el problema antes de iniciar el proyecto).
• Tener objetivos de impacto claramente definidos (proyectos con objetivos imprecisos no pueden ser evaluados).
• Identificar a la población objetivo a la que está destinada el proyecto (la que teniendo las necesidades no puede satisfacerlas autónomamente vía el mercado).
• Especificar la localización espacial de los beneficiarios. Establecer una fecha de comienzo y otra de finalización.

Un proyecto social, por lo tanto, es aquel que tiene el objetivo de modificar las condiciones de vida de las personas. La modificación de estas condiciones, mejora la cotidianeidad del entorno comprendido por grupos sociales desfavorecidos, previamente identificados. Se debe incentivar además, la producción de bienes o servicios (productos), para satisfacer las necesidades de esos grupos que no poseen recursos para poder adquirir, y tratar de llevar estos productos hacia ellos y entregar de forma gratuita o a un precio subsidiado por el Estado.

No se debe confundir un problema social con la ausencia de cobertura o falta de entrega de un servicio específico. Esta podría ser una causa importante en la generación de un problema social  que se refiere a la calidad de la oferta-, pero no es el problema. Circunscribir el problema social a la gestión, calidad o cantidad de la oferta existente limita el campo de intervención y la posibilidad de alcanzar los objetivos perseguidos.

Es deseable que la identificación y caracterización técnica de los problemas sociales sean equivalentes a las demandas efectivas de la población mediante el involucramiento de la definición del problema y soluciones.  Actualmente este hecho lo vemos que es tomado en cuenta en las visitas sorpresa que realiza el Presidente de la República. Como resultado de esto, los proyectos sociales planteados en las visitas sorpresas, tienen un alto impacto, pero aun no es la práctica común en las demás entidades del Estado que manejan Proyectos Sociales, es por esto que debemos analizar y discutir para alcanzar una estandarización  que limite los riesgos y aumente la probabilidad de éxito de los proyectos sociales que lleva a cabo el Estado, y por ende sus resultados tengan un impacto positivo en la población a la cual van dirigidos.

En nuestra próxima entrega seguiremos hablando de temas vinculantes a la inversión pública en proyectos de carácter social.