Cirugía de abdomen: todo lo que hay que saber antes de pasar por el quirófano en busca de una panza chata
También llamada “tummy tuck”, la abdominoplastía o dermolipectomía abdominal es una técnica de cirugía plástica que elimina la grasa abdominal y el exceso de piel, a la vez que estira los músculos de la pared abdominal y corrige la flacidez. Quiénes son los candidatos, cómo es la intervención y cuánto dura la recuperación
La abdominoplastía, dermolipectomía abdominal o más comúnmente llamada “cirugía de abdomen” es el procedimiento ideal para reducir drásticamente el aspecto abombado del abdomen.
La franja de edad de quienes más consultan va de los 40 a 60 años, especialmente mujeres que fueron madres y presentan mucha flacidez, exceso de grasa y en algunos casos diástasis o separación de los músculos abdominales. También las personas que bajaron abruptamente de peso o que se realizaron operaciones bariátricas y les quedó un importante sobrante de piel.
“La cirugía estética de abdomen, también conocida como tummy tuck, permite eliminar el exceso de grasa y piel y en la mayoría de los casos también corrige la diástasis, esto es, los músculos abdominales separados o debilitados de la pared abdominal restableciendo un perfil abdominal más suave y firme. Se trata de una cirugía que evolucionó y se perfeccionó mucho en los últimos años, ofreciendo resultados superiores estéticos y una recuperación más rápida”. Según la médica cirujana plástica y especialista en estética Griselda Seleme, “tener un abdomen plano y firme es algo que la mayoría de las personas desean, y en el caso de las mujeres que pasaron por uno o varios embarazos (en especial cuando fueron embarazos múltiples) muchas veces se frustran ya que no logran restablecerlo solo con actividad física, dietas o tratamientos estéticos no invasivos”.
Más allá del peso, hay personas que están dentro de su peso normal e igualmente tienen defectos en el abdomen que pueden ser exceso de piel, exceso de adiposidad localizada y separación de los músculos del abdomen que hacen que el aspecto sea de un abdomen prominente.
“Dentro de las causas, además del embarazo, está la herencia, genética, variaciones de peso, y hoy las cirugías bariátricas, que permitieron que muchas personas (hombres y mujeres) logren alcanzar su peso adecuado pero sufren luego la incomodidad del exceso de piel conocido como delantal abdominal, que les genera muchos complejos”, detalló la especialista.
«La cirugía abdominal permite -según Seleme- a estas personas “lograr el bienestar y reencontrarse con su imagen corporal sin la incomodidad que generan estas alteraciones de la pared abdominal”.
En los últimos tiempos, las estadísticas indican que aumentó la demanda de este procedimiento debido a que hay más personas con descenso de muchos kilos y también muchas mujeres con embarazos múltiples. “Además, la técnicas quirúrgicas evolucionaron brindando mejores resultados con recuperaciones un poco más predecibles”.
¿En qué consiste la técnica?
“La cirugía de dermolipectomía abdominal consiste en sacar el exceso de piel y grasa del abdomen, en la mayoría de los casos cuando hay mucha piel o piel y grasa que sobra se saca toda la piel debajo del ombligo y se reconstruye el ombligo o se reposiciona -explicó-. El cirujano restablecerá la posición anatómica de los músculos rectos abdominales, logrando un abdomen plano, eliminando la piel sobrante, junto con la grasa acumulada en la zona”.
Cuando el exceso de tejidos es menor, no es necesario modificar el ombligo y la cicatriz podría ser más pequeña. “La forma y la longitud de la cicatriz va a estar determinada por la cantidad de piel que haya que tratar; en la mayoría de los casos está en la zona del vello púbico y se extiende a los costados hacia las crestas iliacas”, puntualizó Seleme, quien señaló que “la piel del abdomen superior se tira hacia abajo como una cortina de ventana, junta los músculos en la parte media e inferior del abdomen”.
Una de las principales preocupaciones es la recuperación y lo que debe conocerse en este punto es que durante este período “es clave que la primera semana el paciente esté tranquilo y se movilice con cuidado”. “La movilidad va a ir aumentando paulatinamente a medida que pasen los días, y otro punto importante es llevar una faja abdominal por un mes”, destacó.
Lo que hay que saber
– Como cualquier procedimiento quirúrgico, a la hora de pensar en esta cirugía es importante realizar un estudio generalizado y que el paciente esté en buenas condiciones de salud.
– Es ideal que él o la paciente esté en un peso adecuado para obtener mejores resultados.
– La intervención se realiza con anestesia general.
– Se calcula una internación de entre 24 y 48 horas.
Para finalizar, Seleme enumeró las ventajas:
– Se retira en forma definitiva el exceso de piel y grasa del abdomen.
– Se mejora el contorno corporal.
– La cicatriz se realiza en la parte baja del abdomen y queda escondida debajo de la ropa interior.
– Sus resultados son notorios y definitivos
– Los resultados suelen verse de inmediato, a pesar de que se deben esperar algunos meses para tener el resultado final, siempre que se sigan las indicaciones del especialista.
Fuente: Infobae