Ministro Paliza supervisa construcción de verja perimetral entre RD y Haití
Nuestros Obispos hablan
Por Leonor Asilis
Rincón Digital
La Conferencia del Episcopado Dominicano en un ejercicio responsable en su misión de guiar al pueblo de Dios lanzaron su carta pastoral con un tema muy importante en nuestros días: Elecciones 2020: espacio de participación y compromiso, en el marco del 60 aniversario de la carta Pastoral de enero 1960.
En la antesala de su importante mensaje tomaron como referencia el coraje y aliento de aquella famosa carta pastoral de 1960 que iluminó el acontecer de aquel momento crítico causado por el sufrimiento generalizado impuesto por la tiranía que imperó por tres décadas, haciendo un justo reconocimiento de conquistas alcanzadas pero por igual un señalamiento de innumerables obstáculos por superar.
Con una aguda visión de águila nuestros obispos observaron la panorámica latinoamericana en este último año qué fueron marcada por grandes convulsiones sociales y políticas que deben motivarnos a reflexionar sobre sus causas y de las cuales nos advierten de la urgencia de vivir en valores tomando como referencia los propuestos por el preámbulo de nuestra constitución dominicana y también de un comportamiento ético en nuestra sociedad partiendo de los principios exigidos a todo servidor público.
Al igual que lo dicho en la carta Pastoral de 1960 se refirieron al respeto y promoción de la vida y la dignidad humana constituyendo un eco fiel y renovado del memorable sermón de Fray Antón de Montesinos así como dicha carta afirmaba y citamos: «cada ser humano aún antes de su nacimiento ostenta un cúmulo de derechos anteriores y superiores a los de cualquier estado son derechos intangibles que ni siquiera la suma de todas las potestades humanas puede impedir su libre ejercicio disminuir o restringir el campo de su actuación».
Vemos muy oportuno el que nos orienten a los electores desde la óptica de la fe, y recordar a los elegidos que la autoridad no es un privilegio sino un servicio que supone capacidad para servir con cualidades específicas como son la sobriedad, la educación, la sensatez, el don de gobierno, la dignidad, la autenticidad y la transparencia.
Recuerdan a los fieles su participación en la política como un deber ciudadano y el deber imperativo de optar por las propuestas que defiendan una auténtica agenda nacional y que el voto es un derecho y un deber de conciencia que no debe estar motivado por intereses personales.
Aunque dieron un voto de confianza hacia la Junta Central Electoral para qué velen por la dirección del proceso de un modo transparente tanto al momento del sufragio como al del conteo de los votos, observando de forma especial y advirtiendo de que no se puede admitir la práctica corrupta e ilícita de compra y venta de cédulas a la vista de todos, evadiendo responsabilidades y sin que se tome acción contra esa infracción electoral. Asimismo invitaron a evitar la impaciencia que genera la larga espera en proclamar a los ganadores.
Respecto a los candidatos dijeron que urgía que sus propuestas electorales se fundamenten en solución de las necesidades más importantes del pueblo, evitando las intrigas, calumnias y manipulaciones propias de las llamadas campañas sucias así como el despilfarro de recursos económicos en la publicidad desmedida. Asimismo nos dicen nuestros pastores que las propuestas de los candidatos sean realistas y que puedan responder a los múltiples problemas nacionales y que eviten las habituales promesas demagógicas con el objetivo de atraer adeptos lo que contribuye a exacerbar la frustración y el desencanto en nuestra sufrida población.
Entre las preocupaciones que expusieron en el documento está el qué aún los problemas que afectan a la nación persisten y ruegan a Dios para que los ganadores se concentren en buscar soluciones efectivas a las principales necesidades de la gente.
En cuanto a la violencia que sacude a nuestra sociedad sobre todo la intrafamiliar que ha tenido una escala creciente de suicidios y de asesinatos de mujeres tiene un carácter estructural cuya base está en el deterioro de la familia y a la falta de educación y de equidad en la distribución de las riquezas y la carencia de oportunidades entre otros.
Sobre la odiosa corrupción dijeron que es un cáncer que arrastra al país y es uno de nuestros peores flagelos.
De la justicia pidieron que se promuevan las Condiciones para el establecimiento de un poder judicial Imparcial sujeto al imperio de la ley capaz de administrar justicia y dirimir los conflictos sin inclinar la balanza a ningún lado.
Por último entendieron el que nuestros candidatos deben presentar acciones concretas para enfrentar los grandes problemas nacionales tales como la corrupción administrativa la defensa de las dos vidas tanto de la madre como del hijo por nacer la violencia ciudadana generalizada y la violencia intrafamiliar también un plan de respuesta al problema del cambio climático que incluye entre otras acciones la definición de políticas energéticas basadas en Fuentes no convencionales y un debido respeto al orden jurídico y constitucional también un programa de políticas relativas al ordenamiento migratorio y el control de nuestras fronteras una política de empleo que ofrezca más oportunidades para los jóvenes así como el combate real de la pobreza sobre todo de las áreas más vulnerables del estado.
Expresaron su gran deseo de que se logre un pacto nacional entre nuestros líderes políticos en el cual suscriban un compromiso público en torno a las propuestas prioritarias para la sociedad dominicana conformando una agenda nacional y provincial que trascienda los intereses personales y grupales a favor del bienestar colectivo de la nación.
Hicieron una llamada a los sacerdotes y demás agentes de Pastoral para que organicen jornadas de oración y de reflexión para profundizar sobre los temas ya señalados.