El Espejo

Pienso y Luego Escribo

Iranna Flaviá Luciano

Los seres humanos siempre buscan ver su imagen reflejada en algo, quieren verse, saber cómo están ese día.

Los espejos son superficies de cristal, cubiertas su cara posterior de mercurio reflejan y retratan la imagen de la realidad de algo.

El origen de dónde surge la idea de crear un espejo, tiene que haber venido del querer las personas estar en constante contacto con su físico, sus emociones, su razón de ser.

Con el podemos decir soy de esta forma o de la otra, tengo o no tengo aquella cosa, y aunque podemos ver a los demás sin necesidad de un espejo, podemos compararnos a partir de vernos en el.

Los espejos pueden llegar a ser tus verdaderos amigos o detractores, dependiendo de que te dices frente a él.

Si te dices a ti misma que eres bella, eso el te devolverá, si te dices a ti misma cosas un poco hirientes para la autoestima, eso también te transmitirá.

Las personas tienen que aprender a verse en el espejo a cualquier hora del día con su mejor cara.

Los pensamientos juegan un papel importante a la hora de vernos en el espejo, es necesario tener un filtro ante aquellos que nos minimizan, pues el espejo puede magnificar cualquier idea.

Muchos seres humanos aun sabiéndose imperfectos, buscan el ideal de la perfección, y eso puede llegar a convertirse en un verdadero dolor de cabeza.

Creer que existe un modelo establecido a imitar puede llegar a convertirse en obsesión para muchas personas.

El espejo puede darte una idea de cómo lucir mejor en caso de que la balanza te marque un peso, o queramos mejorar alguna parte de nuestro cuerpo por medio de las convencionales dietas, ejercicios o tratamientos anti age.

Lo importante es vernos reflejados felices, contentos, y confiados en que somos un modelo único.

Pienso y luego escribo: Los espejos tienen el poder que nosotros les damos.