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Quedados en Casa con psicólogo Héctor Rodríguez Cruz
Por Adelina Jorge
Quédate con Adelina
Como generación, nos ha tocado vivir momentos angustiantes y que solo cabían en el imaginario de los guionistas de ciencia ficción. Un confinamiento forzado, aderezado de incertidumbre y un sentido de impotencia ante las tristes estadísticas que nos presentan expertos a través de los medios de comunicación. Hay que agregarle las diferentes condiciones económicas y culturales que son retos y dificultades muy únicas para cada nación. No somos la excepción, Nuestro país ha sido zarandeado por esta enfermedad y todavía, lamentablemente, falta mucho por ver.
Si bien reconocemos el esfuerzo y hemos apoyado las iniciativas de prevención y campañas de información de parte de las autoridades y algunas empresas privadas, nos preocupa de sobremanera la efectividad y contundencia de estas, así como los protocolos implementados para proteger la salud de los ciudadanos.
Una cara que parece olvidada de este monstruo virulento, es la salud mental de las víctimas. Víctimas que deberían contabilizarse como fallecidos, enfermos, familiares de estos y todos aquellos confinados, muchos sin trabajo ni recursos para llevar a cabo las recomendaciones elementales de higiene y prevención. ¿Cómo lavarnos las manos si no hay agua en nuestro sector? ¿En qué casa quedarnos cuando esta se reduce a una casucha compartida por diez personas? ¿Con qué compro mascarillas y guantes? ¿Cómo afecta esto al individuo impotente y a sus comunidades?
Estas inquietudes me movieron a procurar las opiniones de un gran profesional, ser humano y amigo. Estaba segura que tendría sugerencias de calidad para esta tormenta. Héctor Rodríguez Cruz, licenciado en psicología clínica y coach empresarial, accedió a compartir sus consejos y conocimientos vía red y comparto con ustedes una porción de dicho conversatorio.
“Hay que manejar la prevención sanitaria y la prevención emocional. El país no estaba preparado para proporcionar y garantizar la salud mental de la población” nos dijo, mientras saludó la iniciativa del gobierno de crear una red de acceso en línea, a psicólogos y psiquiatras para asesoría libre de costo.
Me preocupan aquellos que si se quedan en casa pierden sus capacidades de sustento.
“Los pobres que son la mayoría en nuestro país son los más afectados. Tenemos que tomar medidas efectivas e impactantes para evitar males mayores.”
¿Y el toque de queda? … “Es una medida prudencial para evitar la contaminación. Debe manejarse con un protocolo inteligente y con las medidas sanitarias impuestas por el Ministerio de Salud y los Derechos Humanos. Tomar en cuenta el efecto psicológico en personas que no tienen recursos, no tienen agua, viven en casas estrechas, etcétera,… Debemos recordar que no es un estado de sitio, sino un estado de emergencia, entonces hay que discriminar el toque de queda e implementar medidas que demuestren que hay un control” argumentó recalcando que no todos los casos son iguales.
Cerró exhortándonos a mantener un horario regular en el hogar, cultivar actividades que promuevan el crecimiento Espiritual y combatan la desesperación.
Mientras termino este párrafo, veo imágenes de personas aglomeradas, arrestos a ciudadanos a los que montan en grupo en una camioneta y a muchos insensibles irrespetando a los agentes de la armada que cumplen con su labor. Algunos hacen política y acusan de mil cosas a sus opositores. Todos… quedados en casa. Así no lo lograremos. ¡Cumplamos con nuestra parte!
¡Bendiciones!