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La economía del comportamiento y el COVID-19
Alliett Ortega
Desde mi Perspectiva
Esta semana en desde mi perspectiva quiero hablarles sobre la economía del comportamiento, un enfoque de la ciencia que nos puede apoyar en como sobrellevar esta pandemia, y es que en nuestro país estamos viendo como los casos de nuevos contagios aumentan , así como las muertes confirmadas a diario, y nos estamos viendo con un inminente colapso del sistema de salud, en lo relativo a la capacidad instalada para dar respuesta a los enfermos graves, y esto no solo pasa en nuestro país, esto pasa en todo el mundo, el coronavirus y todo lo que provoca está impactando todos los rincones del planeta, y esto es lo primero que nos debe quedar claro para no ir buscando culpables o responsables, y es que cada uno de nosotros desde nuestra posición debemos de hacer un ejercicio de justicia al trabajo que desde el gobierno y desde el sector privado se está realizando, y porque cito estos actores, porque créanme son parte de los actores, pero el actor principal, o actores, somos cada uno de nosotros , y más de aquellos que estamos inmersos en ejecución de políticas públicas, manejo de personal, o si somos una figura pública, por esto es la relevancia de comenzar a pensar desde nuestra posición que debemos de hacer para detener el contagio, así como para manejar el pánico, evitar la falta de cuidado personal y en su debido momento retornar paulatinamente a la vida normal, bueno a lo que será la covidianidad, y para esto es fundamental utilizar las herramientas de la economía del comportamiento, que no es más que un instrumento para crear políticas públicas que se adapten a la manera de pensar y tomar decisiones de los ciudadanos, esta rama de la economía busca comprender el raciocinio de las personas de una manera más “humana” para crear modelos económicos que se asemejen más a la realidad, entendiendo que las personas actúan de una u otra manera (no siempre racional) en base a diferentes “sesgos”.
Desde mi perspectiva esto nos ayudara a diseñar mensajes que sean sencillos y que motiven cambios adecuados en los comportamientos de las personas, porque si no comenzamos a trabajar los comportamientos, estos números seguirán en aumento, ya que depende de cada uno de nosotros detener la tasa de contagio si se quiere evitar que el sistema de salud colapse, y sus efectos colaterales, principalmente el pánico, pues este genera trastornos directos e indirectos en los sistemas de salud y en la economía. Estos efectos colaterales de la pandemia causados por distanciamiento y la cuarentena, son el aumento de peso, lo cual es una enfermedad, la falta de ejercicio físico, la depresión, y el abuso de sustancias peligrosas como el cigarrillo, alcohol, entre otras, las cuales no se pueden ignorar, y para poder retornar a esa posible normalidad, las herramientas de la economía del comportamiento juega un papel importante, ya que con ellas podemos ayudar a modificar los comportamientos relativos a la higiene, la actividad física y los hábitos alimenticios. Y es que existen cientos de sesgos de comportamiento que guían nuestras decisiones diarias. Muchos de estos se acentúan en condiciones de estrés y cansancio. Ciertamente, nuestros sesgos están afectando las decisiones que tomamos durante esta pandemia, lo mismo que nuestro comportamiento durante el aislamiento. Por ejemplo, el sesgo del estatus quo dificulta que las personas modifiquen sus hábitos de lavarse las manos o de trabajar y estudiar desde casa. Los sesgos de exceso de optimismo y de disponibilidad pueden estar moderando el cálculo de los jóvenes sobre sus probabilidades enfermarse y fallecer. La sobrecarga y la fatiga en los padres que intentan balancear responsabilidades laborales, familiares y de ocio, pueden llevarlos a olvidar cosas tan simples como lavarse las manos o toser en el antebrazo. Aquí los desafíos van desde la comunicación efectiva de nuevos términos, hasta la capacidad de la población de retenerlos y adaptarlos a la vida diaria, y no podemos negar que desde el gobierno están optando cada vez más por un solo mensaje simple y claro sobre el distanciamiento social #QUEDATEENCASA.
Desde mi perspectiva el gran desafío es la fatiga del comportamiento que hace referencia al cansancio que nos produce el tener que cumplir una nueva norma por un tiempo prolongado, y esta fatiga está causando una barrera en el del toque de queda, en el distanciamiento, causa por la cual no pudimos pasar a la Fase 3.
Desde mi perspectiva te recomiendo que, en tiempos de coronavirus, debes combatir la irritabilidad, el estrés y la ansiedad, con tres pasos básicos para cuidar de tu salud mental: ¡Programa una llamada recurrente con tus amigos!, usa la tecnología para mantenerte junto con ellos en la distancia, wsp, zoom son nuestros mejores aliados. Si estás aburrido en casa, comienza con escuchar a tu cuerpo e identifica el sentimiento. Aunque estas medidas de aislamiento de tiempo completo, masivas y obligatorias no se mantendrán indefinidamente, tenemos que estar claros que debemos de aprender a convivir con ellas por ello, hay que iniciar a diseñar los procesos de transición hacia una nueva etapa en la lucha contra la pandemia, y esto es un tema de todos, aquí hablamos de responsabilidad social, pero mas que nada personal, cada uno de nosotros somos responsables de cuidarnos, y cuidar nuestro entorno. Hasta la próxima.