Actos de servicio
Laura Saint-Hilaire
Buzón de mis Reflexiones
El espíritu de ayuda es una de las características más bellas y sublimes que puede poseer una persona.
El hecho de que alguien sienta la necesidad de colaborar con una buena actitud sin sentirse sometido, simplemente porque le satisface; tiene un valor incalculable.
Una de las manifestaciones de amor y/o empatía es ser una persona servicial; vincularse con las necesidades del prójimo como si fuesen suyas. Eso es tener don de gente.
Se preguntarán qué quise decir con tener don de gente. Me refiero a la manera como actuamos, hablamos o nos expresamos para con los demás; nuestra interpretación verbal o no verbal.
Esto no tiene ninguna influencia en la edad o cuestiones físicas; más bien se refiere a la virtud de hacerle la vida mas agradable a los que nos rodean poniendo nuestros servicios a su disposición.
¿Que es el servicio?
Un servicio a nivel general es la capacidad que tiene una persona de ser útil con los demás o con alguna función en específico. Es cuando somos aptos.
Cuando ayudamos a otras personas desinteresadamente, renunciando a nuestro tiempo, a nuestras necesidades personales, lo que en realidad hacemos es expresarle cuanto amamos a esa persona, porque en definitiva el servicio es amor.
Ayudar ante cualquier necesidad que puedan tener los demás, nos facilita salir de nuestro estado de comodidad, de pasividad, donde nos encontramos, abriéndonos a un mundo rico en experiencias en el cual podemos sacar lo mejor de nosotros mismos y a su vez enriquecernos con los demás.
La felicidad que siento al ver esa cara de gratitud que muestran las personas es inmensa, y que mejor paga que eso.
“Quien no vive para servir no sirve para vivir” Santa Teresa de Calcuta.
No todos tenemos las herramientas que se necesitan para ser serviciales. Pero con muchos deseos de superación personal y ganas de ayudar a los demás podemos ir desarrollando este espíritu de ayuda.
Si quieres alimentar tu espíritu de servicio o convertirla en una vocación, te recomiendo las siguientes pautas:
1- Fomentar la empatía
2- Practicar el desprendimiento
3- Arriesgarse al sacrificio
Este tópico fue inspirado y va dedicado a mi hermana mayor Ana Saint-Hilaire por motivo de su natalicio y por ser ser una persona abnegada, colaboradora y un ejemplo de solidaridad.
Gracias por leerme.