Psicóloga Soraya Lara advierte del daño de mantener actitud negativa y pensamiento derrotista, llama a abrazar esperanza
Santo Domingo.- La psicóloga y terapeuta familiar Soraya Lara advirtió del riesgo para la salud física y mental de mantener actitudes pesimistas y derrotistas.
Dijo que hay personas que desarrollan el arte de amagarse la vida y que cargan todo su entorno con pensamientos negativos.
Al tratar el tema “El riesgo de perder la esperanza”, llamó la atención de personas que interpretan la vida como una situación de desesperanza, de que nunca algo bueno lo va a ocurrir, de que todo le sale mal.
La terapeuta fue entrevistada por Fernando Quiroz en el “Live Aplatanao”, a través de la cuenta de instagram @aplatanaonews.
Frente a la adversidad, muchas cosas tienen que ver con la actitud, por lo que exhortó hacer esfuerzo por superar determinadas situaciones, y abrazarse a la esperanza.
Expresó que cuando se modifican los pensamientos negativos, el estado de ánimo cambia, y la persona se siente con energía.
Invitó a reír varias veces al día para que se generen neuroquímicos como dopamina, serotonina, y se sienta estado de felicidad.
En medio de esta pandemia por el Covid-19 las parejas han tenido que enfrentar las presiones internas en el hogar, por la cotidianidad, con niños en diferentes etapas del desarrollo más tiempo en casa, por cierre de centros educativos.
Advirtió, que además de las responsabilidades del hogar, muchas personas han llegado a un exceso de carga laboral desde la casa, generando agotamiento, y pasando de lo emocional a enfermedades físicas por alto estrés.
Al respecto aconsejó buscar la forma de ser felices en los espacios que se dispone, y activar una red de apoyo familiar, de iglesia o amigos.
Perder la esperanza
La psicóloga Soraya Lara se refiere a perder la esperanza en todas las circunstancias: del deseo de vivir, de darse por vencido ante una situación determinada o un problema.
Esa desesperanza trae pérdida de energía, aislamiento y desconectarse emocionalmente de las personas que han sido significativas, explica.
“Son personas que se atribuyen una vida como desgracia y castigo. Y se dicen: No sé lo que hice para que me tocara esto…”, puntualizó.
De esa manera, generando tantos pensamientos negativos, se afectan cerebralmente el estado de la felicidad.
Entiende que estas personas tienen que reconocer que “se han puesto gafas” para ver cosas de manera negativa y siempre quejarse.
Por ejemplo, pide ver como un autocuidado y, no un encierro, las medidas para protegerse del Covid-19.
Siempre tienen dudas, muestran distanciamientos afectivos.
En estos rasgos y características influye mucho lo que procesa psicológicamente en el día a día, pues desarrollan actitud muy desfavorable para afrontar la vida.
Recomendaciones
“Tenga fe en usted, desarrolle la espiritualidad, tenga espacios de reflexión, desarrolle la actitud positiva”, recomienda Soraya Lara.
Por cada pensamiento negativo, propone por lo menos diez palabras de gratitud, amor, generosidad y de desear a una persona algo bueno de manera concreta.
También recomienda experiencias imaginarias de amor y solidaridad, pues nos hace sentir bien, alegres y esperanzados.
Buscar anhelo
Sugirió a buscar la esperanza a través de profesionales que entiendan pueden orientarles en un espacio neutral para buscar solución a problemas y preocupaciones.
En el caso de las parejas los motivos por los que acuden a terapia varían, puede ser por infidelidad, distanciamiento o conflicto específico que entre las partes ya no pueden resolver porque han agotado recursos disponibles.
En estos casos, el profesional, viendo historia de pareja, mediante diálogo y reflexiones, y con involucramiento y voluntad de la familia, puede guiarles.
De acuerdo a las consultas de ella y su equipo, el tiempo de pandemia no ha afectado las relaciones sexuales de la pareja. En casos se haya perdido la espontaneidad se trabaja la situación y la pareja retoma relaciones satisfactorias.
Hay que buscar razones en conflictos no solucionados con anterioridad o que uno de los dos se vea afectado por trastorno de ansiedad o depresión