Tendencias de la moda que arrasarán esta primavera-verano 2025
Las niñas y su sano desarrollo
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Queremos un mundo en igualdad de derechos y oportunidades para varones y hembras con la finalidad esencial de erradicar la violencia de género y convivir en paz y justicia.
Sin embargo, debemos detenernos a reflexionar como en pleno siglo XXI seguimos educando a nuestras niñas y adolescentes.
¿Qué calidad de enseñanza le estamos ofreciendo para aceptarlas como son, hacerlas sentir que merecen tener sueños, desarrollarlos y luchar con perseverancia y paciencia para verlo realizar?
Aún se observa a familias que siguen educándolas con estereotipos de que son las delicadas, las que deben jugar con muñecas, cocina y belleza, haciéndoles creer en un amor que las mantenga controladas y dependientes, cuando lo correcto es que se necesita un cambio cultural para empoderarlas y recordarles que, también pueden ser valiosas futbolistas, empresarias, políticas, mecánicas, astronautas o doctoras según su preferencia.
Bien sabemos que, aún en condiciones económicas restringidas, las niñas merecen ser empoderadas y ayudadas a alcanzar los estudios necesarios para desarrollar los talentos o dones que posean.
“Tú puedes” es una frase que deberíamos repetir con frecuencia a nuestras niñas en sociedades con una cultura patriarcal como la nuestra, elevándoles así su autoestima y con ello un desarrollo sano.
Para las niñas y adolescentes su principal soporte y refugio debe ser la familia, cuyos integrantes tienen que hacerles saber desde muy temprana edad que no contemplen la opción de “casarse” con un adulto como la única oportunidad para mejorar las condiciones de vida.
Como adultos y guías los padres y las madres somos quienes debemos proporcionales un refugio, un hogar donde se sientan valoradas, protegidas y apoyadas para que puedan desarrollarse emocional y profesionalmente. De lo contrario, ellas asumirán como referencias a otros que no son los mejores.
En la última semana nuestra sociedad quedó consternada por el caso de la adolescente de 19 años Yokaira Amarante, que será operada mañana de las graves quemaduras sufridas, al ser víctima de una tentativa de asesinato de su ex pareja con ácido del diablo.
Ella, desde los 14 años y con la anuencia de sus padres, convivía con un adulto, recibía maltratos frecuentes y al negarse a reconciliarse su ex pareja contrató a sicarios, que de forma cruel y por la irrisoria suma de 3,500 pesos, le lanzaron una sustancia que le cambió la vida, hasta el extremos que ella cree que su propia niña de 2 años no la reconocerá.
Insistamos en la educación como piedra angular de la prevención desde que son niñas para lograr erradicar el matrimonio infantil, el cual sigue siendo un grave problema social que trae como consecuencia la violación de sus derechos humanos.
Nuestras niñas y adolescentes merecen ser escuchadas, ponerles atención de calidad, y dada esa carencia habitual el lema de este año en el Día Internacional de la Niña, que se conmemora el próximo domingo 11 de octubre, es “Mi voz, nuestro futuro en común”.
Como sociedad y Estado debemos ofrecerles a nuestras niñas y adolescentes políticas públicas que les permitan avanzar en igualdad y no solo a limitarse a pensar en tener una pareja a muy temprana edad, lo cual limita su sano desarrollo y su paz emocional.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur