Noviembre: Hablemos sobre La Familia
Por Betania Cruz
“Familias Sólidas”
Trabajadora Social y Terapeuta Familiar.
Noviembre es el Mes de la Familia.
Cómo dice la definición sencillita pero no menos importante la familia es la base de la sociedad ya que nuestro Creador formó la familia cómo la primera institución.
Nos recibe cuándo nacemos, allí crecemos, nos formamos, nos educamos. Es el lugar llamado a proveer seguridad, dónde desarrollamos sentido de pertenencia y nos vinculamos en un ambiente de confianza, de manera especial.
La familia nos otorga un sello particular, nuestros apellidos nos definen y dan testimonio de la tribu a la que pertenecemos. Es ese lugar que llamamos hogar; dónde llegamos y nos sentimos parte «de».
Cada familia es diferente; tiene sus propias características, sus dinámicas y forma de fluir en sus interacciones. Cada individuo se siente orgulloso de pertenecer a una familia y cuando no, siente una gran necesidad de que así sea. Y es que la familia es ese lugar dónde necesitamos conectarnos y vinculamos afectivamente.
Cuando hablamos de familia tenemos que pensar en sus bondades porque cada familia tiene sus bondades. También sus áreas de oportunidades, aspectos que debe mejorar y en los cuáles debemos trabajar.
Allí crecemos de manera integral no solamente en lo físico, sino en lo emocional y en lo espiritual. Es un lugar de sostén dónde nos sentimos apoyados y dónde también somos solidarios los unos a los otros, dónde nos necesitamos para seguir adelante; aprendemos a socializar, nos entrenamos para la vida, somos disciplinados, aprendemos de límites, acerca de buenas costumbres, dónde son inculcados los valores, los principios que van a regir nuestras acciones; por eso es importante que la familia se ocupe de transmitir valores y principios de bien.
Todo integrante de una familia es importante y valioso, es un ser especial. Si no lo sabías o no lo creías es hora de que sepas que cómo ser humano eres valioso.
Dios te creo con características particulares y al hacerlo «rompió el molde». Siendo diferentes dotó a cada uno de dones y talentos particulares que complementan los del otro. En esa diversidad está la riqueza.
La familia es un lugar de influencia; los padres son los primeros que modelan a sus hijos y tejen dinámicas que forman los constructos mentales que rigen muchos de nuestros actos.
Procura que tu familia esté cimentada sobre valores sólidos y que contribuyan con el bienestar, no sólo de los integrantes de ella sino con el bienestar de la comunidad. Mientras mejores seamos cómo familias mejor será la sociedad en la que vivimos.
Personas Sólidas forman Familias Sólidas y estas construyen una Sociedad Sólida.